La decisión de Interior de otorgarle el segundo grado con las ventajas del artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario da un giro de 180 grados a la situación de David. De consumir los días entre los muros de A Lama, el ex toxicómano pasará a vivir a caballo entre el CIS Carmen Avendaño y los locales de la Fundación Érguete y El Imán-Cedro. Allí recibirá una terapia ajustada a sus necesidades durante el día antes de regresar al centro de Avenida de Madrid para pasar la noche. Cada fin de semana alterno podrá disfrutar además de una "vida normal" en su apartamento de la calle Talude, lejos de "la frialdad" que empañaba hasta ahora los encuentros en el penal de A Lama.

Tras ingresar en el CIS Carmen Avendaño ayer por la tarde, Reboredo deberá formalizar ahora su participación en los programadas de Érguete y El Imán-Cedro, donde asistirá a talleres y recibirá un seguimiento especial. Hasta entonces -"con toda probabilidad", según su abogado, Guillermo Brea- permanecerá en las dependencias de Avenida de Madrid. Su familia no descartaba ayer que tardase incluso una semana en abandonar el centro para salir a la calle.

"Tenemos talleres en los que les impartimos, por ejemplo, habilidades para redactar currículums o buscar empleo; se les da una formación continuada en habilidades de comunicación", detalla Antón Bouza, responsable de El Imán-Cedro. En sus dependencias de Pintor Colmeiro se acogen también talleres manuales y un equipo de expertos para controlar la evolución de los pacientes.

"Ofrecemos actividades con todo lo necesario para reforzar el camino del individuo a la reinserción", explica Carmen Avendaño, responsable de Érguete, quien recuerda que "David no es un desconocido para nosotros". La vinculación del ex toxicómano con los dos colectivos se remonta años atrás y sus respectivos responsables llegaron a interceder por su indulto.