Una de las muchas reformas del ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón que se ha topado con las críticas de la judicatura tiene que ver precisamente con los jueces en prácticas. A la promoción a la que pertenecen Sonia Platas y Belén Velázquez ya no les afectará esta nueva ley, que establece que los profesionales que salgan de la Escuela Judicial mantengan un período de prácticas tuteladas como el que hay ahora, aunque con la gran novedad de que habrá otra fase en la que, siguiendo su período de formación, "desempeñarán labores de sustitución y refuerzo". Es decir, estarán al frente de un juzgado, haciendo funciones de titulares, pero con sueldo de becario, que ronda los 1.000 euros mensuales.

Las asociaciones de magistrados mostraron su rechazo a la reforma. Y por varias razones. Una de ellas, la de que una persona no puede estar al mando de un juzgado, ejerciendo "un poder del Estado", pero cobrando sueldo "de becario". Así se manifestaba un juez vigués. Otros juristas criticaron que con esta medida se pretende conseguir "mano de obra barata". "Eso es lo que se busca, y no la formación", decía en diciembre Luis Villares, portavoz de JpD en Galicia.