La muerte de una paciente de 81 años el pasado martes en el servicio de Urxencias del hospital Xeral tras tres horas a la espera de ser atendida no solo es investigada de forma interna por el Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi). Ante la preocupación que el caso ha generado entre la ciudadanía, la Fiscalía del Área de Vigo ha considerado pertinente iniciar sus propias pesquisas de oficio, algo poco habitual. Eso sí, de tramitarse alguna denuncia judicial particular -por ejemplo, por parte de la familia de la octogenaria fallecida, que -, el Ministerio Público deberá retirarse de la investigación, que asumiría un juzgado. Por lo de pronto, el fiscal ya solicitó al centro hospitalario que le informe "sobre lo sucedido". Este sostiene que la mujer sufrió una parada cardiorespiratoria "de forma súbita y sin ningún signo de alarma previo".

Tanto la directora médica del Chuvi, Silvia Rodríguez, como la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, y hasta el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo salieron ayer al paso de la polémica. Todos coinciden en desvincular el trágico suceso de la situación de colapso que, desde el domingo, viven los servicios de Urgencias del Chuvi -y, en especial, las del Xeral- con un incremento de la demanda de un 25% debido a afecciones respiratorias estacionales (problemas derivados de la gripe). De hecho, la conselleira destacó que, "cuando ocurrió, ya estaban despejadas las Urgencias". "No tiene que ver con los recursos porque había más que suficientes, tanto profesionales como físicos", aseveró desmintiendo a los propios profesionales que, tras el fallecimiento de D.A.M., confesaron a la familia estar "saturados". La directora médica del centro respalda a Mosquera: "Ese día sí que se superaron los 600 pacientes (la media son 509), pero en ese horario la demanda era la habitual". También Feijóo remarca que había "capacidad instalada suficiente".

Silvia Rodríguez, bajo la mirada del nuevo gerente del Chuvi, Mario González, ofreció la versión del centro sobre los hechos. Cuenta que la llegada de la mujer al servicio se registró a las 19.44 horas y que, para clasificar la prioridad de su caso, un facultativo la valoró once minutos después. Aún teniendo en cuenta su edad (81 años) y antecedentes (padecía diabetes, un enfisema pulmonar y una patología cardíaca por la que llevaba un desfibrilador autoimplantable), indica que los síntomas señalados y los parámetros analizados "catalogaron su cuadro como no preferente" por lo que se siguió el proceso "habitual" para las "patologías más banales" donde la horquilla de espera internacionalmente aceptada, asegura, es de entre dos y cuatro horas. En las tres que la octogenaria estuvo esperando, justifican que tampoco hubo un "signo de alarma" para poder "recatalogar" su situación.

Feijóo urge que la investigación interna aclare "si pudo haber algún error en el diagnóstico médico" o "si se pudo evitar este desenlace". Para Rocío Mosquera, los profesionales "actuaron correctamente en todo momento" y descarta que hubiera "mala praxis", -mala gestión de la asistencia-. Argumentó que lo que se pretende con la investigación es "ver si hay algún punto donde se pueda mejorar la atención".

Ante este suceso "lamentable y de enorme gravedad" que "genera alarma social importante", el alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha exigido a la Xunta que "dé explicaciones convincentes" y "con detalle" sobre "qué sucedió", "qué nivel de saturación había" en ese momento y "qué medidas se tomaron ante los picos de entrada" de pacientes, entre otros datos. "Por la gravedad de los hechos, no valen generalidades", censuró.

Anexo cerrado

Con respecto a las denuncias efectuadas por los sindicatos de que el Xeral mantiene cerrado un anexo de Urgencias con seis camas, la directora médica del Xeral asegura que abrirlo "no aportaría nada" porque el problema de este servicio, estos días, no es de insuficiencia de plazas de hospitalización, sino de asistencia. Para solucionarlo además de "optimizar el uso del Nicolás Peña" reconoce haber recurrido a desvíos a centros privados. Desmiente también que "ningún tipo de disminución de la plantilla".