La imagen de O Castro cambiará en pocos meses con el derribo del antiguo restaurante El Castillo, que dará paso a un jardín de 600 metros cuadrados con especies arbustivas y un sendero de jabre. El proyecto de demolición del inmueble construido en la década de 1950, cuando ya la fortaleza había sido declarada Bien de Interés Cultural (en 1949), que aprueba hoy la junta de gobierno, incluye la reurbanización de la zona, que abarca también la actual terraza hormigonada y los accesos al establecimiento de hostelería, cerrado en 2007. Todo será eliminado para ajardinar la superficie.

Desde el cierre el recinto permanece en estado de abandono y ha sufrido varios incendios. El proyecto elaborado por la Oficina de obras de la Gerencia de Urbanismo advierte de que habrá que estudiar el estado de la estructura antes de derruirla por si existe riesgo de estabilidad o "colapso" de algunos elementos dada la falta de mantenimiento. El gobierno local, que se planteó mantener el edificio con otros usos cuando gobernaba con el Bloque -que defendía su derribo-, ha optado por la demolición, que costará 240.000 euros y será ejecutada este año como ya se anunció semanas atrás.

El inmueble original tenía sótano, una planta y dos torreones, pero en los años 70 del siglo pasado se amplió con un primer piso mientras que por la parte mas próxima al recinto amurallado superior se añadieron pequeñas edificaciones de poca calidad. El exterior fue hormigonado para terraza, y se construyeron viales de acceso pavimentados que alteraron la topografía de la zona.

El proyecto del Concello prevé "el derribo completo de la edificación, con todos sus añadidos, hasta el nivel de cimentación, incluyendo muros de contención de tierras y soleras", según señala el documento técnico. También desaparecerá completamente la terraza exterior y será desmontada la baranda que se instaló en el perímetro del recinto amurallado inferior, "así como todos los elementos constructivos añadidos a la muralla que no forman parte de la construcción original". El picado del vial para convertirlo también en zona verde completa los trabajos previos al ajardinamiento del espacio.

La eliminación de El Castillo dará realce a la fortificación de O Castro. La construcción del edificio provocó "diversas mutilaciones en el recinto amurallado", apuntan los técnicos que realizaron el proyecto. Fueron derribados dos tramos de la muralla en los laterales para construir el acceso principal y la entrada a la zona de carga y descarga. También se picó una parte de la roca existente a los pies del espacio amurallado superior.

El derribo se realizará "de arriba abajo" con medios manuales y maquinaria de corte de estructuras de hormigón. Entre piedra, hormigón, metal, asfalto y otros residuos los técnicos calculan que habrá que sacar 2.820 toneladas de materiales de la parcela.