"Sigo siendo pesimista con el futuro de la Semana Santa viguesa porque cada vez es más difícil conseguir gente para organizarla y que los vigueses se acerquen a participar. Vigo está entre las diez ciudades españolas con menor asistencia a los cultos dominicales y esa falta de fervor religioso se nota", lamenta Ángel Dorrego.

Pese a ello, el coordinador de la Semana Santa viguesa no se da por vencido y prepara ya una "estrategia" de cara al próximo año. "Viendo los pocos ofrecimientos que hay, vamos a ir parroquia por parroquia para conseguir cofrades. Aunque sea una o dos personas en cada una ya es más que suficiente. Des esta forma queremos también hacer partícipes a las parroquias de las procesiones del centro para que tengan más éxito", resume.

Dorrego apela también al nombramiento del año 2013 como el de La Paz por parte del Papa emérito Benedicto XVI. "Queremos aportar nuestro grano de arena para poder salir con nuestras imágenes y atraer a más personas al camino de la Fe", concluye.