Un cálido y emotivo reconocimiento a un magistrado con una intensa trayectoria profesional tanto en la judicatura como en la política. Cerca de 250 personas de diversos ámbitos como el judicial, político, empresarial o social arroparon ayer a Ventura Pérez Mariño en una comida homenaje celebrada en el restaurante del Auditorio Mar de Vigo con motivo de su reciente jubilación. "Cuando veo a tanta gente y de diferentes ideologías, creo que ha valido la pena todo: me voy satisfecho por todas las cosas que pude hacer y por el hecho de que la Justicia vaya mejor ahora que cuando empecé", afirmó emocionado el juez, de 64 años de edad, a su llegada a un acto en el que los presentes destacaron de él tanto su faceta personal como la profesional, elogiando la "honestidad", la "vitalidad" o el "coraje" que siempre ha demostrado. Y su "compromiso" : de hecho, el homenajeado se volcará a partir de ahora en su labor más solidaria a través de las ONG Pozos de Agua y Alas 5, esta última con un local que sirve gratis bocadillos y bebidas a gente sin recursos.

El homenaje fue organizado por el decanato de los juzgados de Vigo. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; el alcalde de Vigo, Abel Caballero; el juez decano vigués, Germán Serrano; el presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), Miguel Ángel Cadenas; el vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Manuel Almenar; la presidenta del Consello Consultivo, Teresa Conde-Púmpido y el exfiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, acompañaron a Pérez Mariño y a su esposa la también magistrada Dolores Galovart en la mesa presidencial. Como también lo hicieron el fiscal jefe de la provincia de Pontevedra, Juan Carlos Aladro, o el subdelegado del Gobierno Antonio Coello. Entre los asistentes también estaban el exministro José Blanco; el alcalde de Lugo, José López Orozco; la teniente de alcalde, Carmela Silva; el eurodiputado socialista Antolín Sánchez Presedo o la delegada de la Xunta, María José Bravo.

Y además de otros representantes políticos y de jueces, fiscales, secretarios judiciales, abogados y procuradores -así como el jefe de la Policía Local de Vigo y responsables de Policía Nacional y Guardia Civil-, también quisieron transmitirle su afecto personas de otros ámbitos, como el empresarial -Manuel Rodríguez-, el del deporte -Antonio Cháves, director general del Celta- o el de la arquitectura, con la presencia por ejemplo de Salvador Fraga. O el religioso: el hermano Donaire acudió. "Recuerdo con cariño que cuando Ventura fue alcalde nos vino a visitar al centro de Teis y comió con nosotros; fue un bonito gesto", dijo.

Pérez Mariño estaba al frente del Juzgado de Instrucción 7 de Vigo cuando se jubiló a finales del pasado año. A lo largo de su trayectoria ejerció como abogado y fue magistrado de la Audiencia Nacional. Dio el salto a la política en 1993 de la mano del PSOE en la última legislatura de Felipe González, etapa en la que ocupó escaño como diputado, pero renunció y regresó al mundo del Derecho. En 2003 fue alcalde de Vigo en un breve mandato - ayer afirmó que guarda un recuerdo "con luces y sombras"-. Tras esta nueva incursión en la política, volvió a la carrera judicial y su último destino fue el juzgado vigués donde se jubiló. Una intensa trayectoria, junto a su faceta de profesor universitario o conferenciante, que el mismo Pérez Mariño recordó en un emotivo discurso que concluyó con una estrofa de Imagine de John Lennon. En su intervención destacó, en todo caso, que ser juez "es el culmen de las profesiones. "Un juez es vocación, conocimiento y dedicación, pero también emoción", resumió ante los asistentes. Su hija le dedicó unas entrañables palabras.

* Texto íntegro del discurso de Pérez Mariño en Tribuna pág. 61