Censura sin paliativos de la oposición al nuevo gobierno diseñado por Abel Caballero. PP y BNG coincidieron ayer en señalar "graves problemas internos de gestión" y EU, sin representación municipal, se sumaba a las críticas exigiendo que se deje de otorgar responsabilidades a concejales no electos.

El portavoz popular fue el encargado ayer de valorar la incorporación de Olga Alonso al gobierno socialista y la reordenación de áreas de gestión. "Esta remodelación evidencia una profunda crisis interna y queda patente que hay concejales de primera y de segunda", en alusión a los tres ediles que salen reforzados y los otros tres a los que se retiran atribuciones.

En opinión de José Manuel Figueroa, "Vigo tiene un gobierno totalmente debilitado, en minoría y que no responde a los grandes retos que tiene la ciudad por delante", añadiendo a continuación que Vigo necesita "liderazgo tanto en el área metropolitana como en Galicia y en el eje con el norte de Portugal". El popular destacó que "se ha degradado a tres concejales", achacando a Raquel Díaz "una nefasta gestión que aumentó la deuda municipal hasta los 100 millones de euros", criticando la "pésima labor" de Carlos López Font al frente de Tráfico y "el auténtico fracaso de Isaura Abelairas en la gestión cultural. Ha permitido que el alcalde la mantuviera completamente maniatada", subrayó.

La portavoz del BNG, Iolanda Veloso, también atribuyó ayer los cambios en el gobierno local a un "grave problema de gestión. El gobierno está ahogado", sentenció en referencia a la incorporación de una edil no electa. El Bloque afirma no ver "ningún criterio claro que explique esta remodelación y no tenemos claro que vaya a funcionar", puntualizó su portavoz, que hizo especial mención al hecho de que se deje en manos de Olga Alonso la Educación "cuando debería ser un área atendida y mimada desde el inicio del mandato. No parece muy propio de un gobierno de izquierdas que la titular sea una concejala no electa con dedicación parcial", criticó.

Veloso extendió las críticas a las áreas de Cultura y Bienestar, asegurando que "tendría más sentido remodelar estas dos últimas para impulsar su funcionamiento", lamentando a continuación la coincidencia de que sean mujeres las que pierden más peso en el gobierno. El BNG teme que los cambios vayan encaminados a unir bienestar e igualdad, una opción a la que siempre se han opuesto. "Ideológicamente es incomprensible que un gobierno que se dice de izquierdas tome esta decisión", reprochó la portavoz del grupo.

También el coordinador local de Esquerda Unida de Vigo se pronunció sobre la remodelación de gobierno en la ciudad para exigir un nuevo sistema "sin concejales no electos". "Desde que Corina Porro instauró esta fórmula se ha elegido a dedo a personas para llevar incluso concejalías como Urbanismo", denunció Rubén Pérez, quien considera una vulneración de la norma que estos representantes no puedan participar en los plenos. La formación no discute la valía concreta de Alonso, pero reclama un "municipalismo diferente" que refuerce la figura del pleno frente a modelos "presidencialistas".