La Guardia Nacional Republicana (GNR) sigue adelante con su ofensiva contra los conductores que no porten la "Carta Verde". Lejos de ceder a la indignación desatada en el sur de la provincia de Pontevedra por las decenas de conductores a los que sancionó por carecer de ese documento -no obligatorio en el ámbito de la UE desde hace diez años-, los agentes lusos volvieron ayer a la caza con la inmovilización de vehículos a escasos kilómetros de la frontera gallega. A Pedro Rodríguez, representante de la aseguradora Generali en Tui y Tomiño, no le sorprende la ofensiva de la policía portuguesa. En las últimas semanas ha tramitado en sus oficinas docenas de Cartas Verdes a conductores que o bien ya habían sido multados o tenían retenido su vehículo al otro lado de la raia.

Los afectados que han sido atendidos en las oficinas de Generali confirma la queja presentada por el Instituto Atlántico del Seguro (Inade) y publicada por este periódico sobre la nueva campaña sancionadora de la GNR. Para el Eixo Atlántico, en cambio, no hay motivos para quejarse porque, como reconocía ayer su comunicado, no tiene constancia de ninguna sanción impuesta por la policía lusa por carecer de ese documento. A quienes fueron multados o testigos de esos controles policiales, como el expresidente del Celta, Antonio Vázquez, sí les consta. "Nos libramos por los pelos. Ocurrió el día 18 de enero en Póvoa de Varzim. Y porque iba con un amigo español que llevaba la Carta Verde, porque si fuéramos en mi coche acabábamos multados. Nos dijeron que era un control de la Carta Verde", recuerda.

Pedro Rodríguez lleva 14 años al frente de las delegaciones de Generali en Tui y Tomiño. Para ejemplificar hasta qué punto la GNR está ejerciendo el control sobre el conductor gallego relata lo ocurrido ayer tarde a uno de sus asegurados: "A Valença viajan cada día muchos padres para llevar a sus hijos a la piscina, como hizo mi cliente. Pero cuando quiso volver para Tui le pararon los agentes y le pidieron la Carta Verde. Como le indicaron que la multa era de 200 euros y que si no la pagaba le inmovilizaban el vehículo, se vino para nuestra oficina andando, le tramitamos el dichoso papel y le acercamos hasta Valença".

Este representante de seguros afirma que en el último mes ha tramitado Cartas Verdes "del orden de 10 o 12 a la semana". Pedro Rodríguez entiende, por tanto, la preocupación de los conductores. "La gente está acojonada, y es que sabe cómo se las gasta la GNR, y dada la situación del país, la recaudación por multas no viene nada mal", añade. Sin embargo asegura que la policía lusa, al menos cerca de la frontera, se comporta con menos celo en el caso de la Carta Verde. "Se ceban más en carreteras más adentro del país que por aquí. Saben que si inmovilizan un vehículo en Valença, en Vila Nova de Cerveira o Caminha, por ejemplo, "al conductor no le cuesta nada llamar a alguien para que le tramite el documento".

Como defienden desde el Inade, los conductores de países comunitarios pueden circular por el ámbito de la UE sin necesidad de portar el documento que reclama la GNR. "En Portugal tampoco debía ser necesario, pero tampoco les vale con llevar solo el recibo bancario aunque consten los datos del seguro, como ocurre en España. Y a esto se aferran para multar", razona el representante de Generali, quien asegura, en contra de lo afirmado a este periódico por la Embajada de Portugal, que "las principales víctimas son los extranjeros, es decir, los españoles".