Dos años de prisión. Ésta es la condena que aceptó ayer en la Audiencia viguesa un joven obrero, E.M.G.M., por realizar tocamientos a una menor de 7 años cuando trabajaba en unas reformas en una vivienda. La Fiscalía solicitaba inicialmente tres años y medio de cárcel por un delito de abusos sexuales, pero rebajó su petición al apreciar a favor del acusado una atenuante de reparación del daño porque ya consignó los 500 euros que se demandaban en concepto de indemnización por los daños morales causados a la pequeña.

Todo sucedía el 28 de julio de 2011. El condenado, que carece de antecedentes penales, trabajaba junto a otros obreros en unas reformas en un domicilio de la avenida Atlántida de Vigo, propiedad de los padres de la menor, quiénes acudieron allí con esta niña y otra hija. El procesado aprovechó un momento en el que se quedó a solas con la niña, ya que sus progenitores estaban hablando con otro trabajador, para realizarle los tocamientos. Estos abusos, según la Fiscalía, "perturbaron gravemente la estabilidad emocional de la menor", motivo también por el cual el Ministerio Público había decidido no llamar a declarar a la víctima al juicio. En todo caso, la conformidad entre las partes evitó la celebración de la vista.