Los comerciantes de O Berbés manejan para su mercado un modelo que mezcla la venta de productos frescos en los puestos tradicionales con una amplia oferta de restauración y ocio. Las obras de remodelación integral, adjudicadas por 1,7 millones a finales de diciembre, arrancarán en las próximas semanas, y ya estaba decidido que una parte de la terraza se reservará para un restaurante con cafetería. Sin embargo, quedaba por definir el uso de la segunda planta del edificio, donde en principio se barajó la instalación de tiendas de degustación gastronómica, en particular de delicatessen. El planteamiento ha variado y ahora el colectivo proyecta destinarla a taperías y a un segundo restaurante en el edifico. "Recientemente hemos recibido propuestas de hosteleros vigueses y también de fuera", revela Anxo Méndez, gerente del recinto y de la Asociación de Comerciantes del Casco Vello. Entre los interesados hay una cadena de restauración vasca cuyo nombre prefiere no desvelar .

Buena parte del espacio del mercado, un edificio bien ubicado y con alto potencial turístico, especialmente con vistas a los cruceristas, está ahora desaprovechado. El inmueble tiene tres plantas y un piso bajo cubierta que se transformará en terraza con la remodelación. Los puestos de venta solo ocupan la primera planta y a partir de febrero, cuando concluyan los preparativos para iniciar las obras, los vendedores pasarán provisionalmente al bajo. Éste se dedica ahora a zona de carga y descarga y aparcamiento pero los comerciantes están interesados en llegar a un acuerdo con un operador e implantar un supermercado, modelo que se aplica en mercados como el de As Travesas, donde hay un Mercadona, y que también quieren incorporar los vendedores de Progreso en una planta cuando acabe la reforma de sus instalaciones, previsiblemente este verano.

La idea del supermercado en el recinto de O Berbés no es nueva. Ya hubo contactos en el pasado que no cuajaron, y ahora, con un edificio que quedará totalmente renovado en 2014, los comerciantes quieren recuperarla. De no prosperar esta planta se mantendría para carga y descarga.

Si todo sale como está previsto el bajo estaría ocupado en parte por el supermercado, la primera planta por 34 puestos de venta, la segunda por "seis o siete taperías y un restaurante" -apunta Méndez-, además de una sala polivalente para actos; y la terraza dividida entre una zona abierta de mirador y otra con un restaurante, recogiéndose en el proyecto también un espacio para guardería en la que los padres podrían dejar a sus hijos mientras hacen las compras en el mercado.

Las plantas del edificio, construido en 1960 en sustitución del antiguo mercado de A Laxe, son amplias, con una superficie cada una de 1.225 metros cuadrados. La segunda se dividiría entre "locales de cocina de banqueta y uno más amplio de mesa", expone el gerente de la asociación. El plazo de ejecución de la remodelación es de dieciocho meses con lo que el nuevo mercado estaría en funcionamiento a finales de 2014. Para este año el Presupuesto aprobado es de 850.000 euros, a los que se unen 100.000 pendientes de 2012.