El Edificio Bandeira de O Calvario empezará a ser objeto en los próximos días de la operación urbanística para desmontar sus fachadas, reconstruirlo después con su aspecto exterior original y totalmente renovado, e instalar un centro comercial, dejando atrás tres décadas de abandono tras el cierre de las antiguas bodegas. La promotora Odeón iniciará esta semana la actividad y, antes de comenzar, ya tiene cerrada la negociación con el que será el principal operador del recinto, Mercadona.

Ambas partes han confirmado a este periódico el acuerdo. El grupo de distribución abrirá allí su cuarto centro en Vigo, que se unirá a los de Aragón, mercado de As Travesas y avenida de Madrid, éste último aún en obras en el solar de Unión Cristalera. El supermercado de Bandeira dispondrá de 1.600 metros cuadrados y generará una treintena de empleos, según señalan fuentes de Mercadona. "Será un establecimiento estándar como los que ya tenemos en funcionamiento en otras zonas de la ciudad", indican fuentes de la empresa.

La promotora del centro Bandeira negocia también con otras marcas de moda y restauración su implantación en los niveles superiores del centro, que contará con 10.000 metros cuadrados de superficie. Los primeros trabajos en la parcela iban a arrancar ayer, pero se han pospuesto por seguridad, ya que el interior del edificio se encuentra en un estado ruinoso y podrían existir riesgos. En unos días la empresa encargada de las obras espera contar con todo a punto para que los operarios entren a trabajar.

Las piedras de las fachadas, ya numeradas, serán trasladadas provisionalmente a una nave. La promotora tiene licencia para el desmontaje, pero necesita después la de obra para iniciar la excavación de los sótanos y la reconstrucción del edificio, y este permiso debe ir precedido de la obligatoria autorización comercial de la Xunta. Fuentes de la compañía propietaria del inmueble señalan que los trámites ante la Consellería de Industria "están avanzados" y confían en que en las próximas semanas queden resueltos. Una vez conseguida el Concello emitiría la resolución final y la licencia correspondiente. No se esperan inconvenientes, puesto que Urbanismo aprobó el proyecto y todos los informes hasta ahora han sido favorables.

"Nuestra intención es solapar ambos procesos: acabar el desmontaje y recibir al tiempo la licencia para continuar", indican fuentes de la empresa. Si todo marcha sin demoras el centro comercial, para cuya creación se invertirán en torno a diez millones de euros, abriría sus puertas a finales de 2014. Los pasos administrativos hasta empezar las obras han requerido su tiempo. El proyecto fue presentado en el Concello a mediados de 2011 y fueron necesarios informes de diferentes departamentos, no solo municipales, para obtener el visto bueno. El inmueble está catalogado como edificio a conservar, por lo que resultó imprescindible autorización de la Dirección Xeral de Patrimonio, que la concedió en agosto del año pasado.