Atraviesa la provincia de norte a sur. Es la principal alternativa por carretera sin peaje entre Pontevedra y Vigo, así como entre la ciudad del Lérez, Santiago y A Coruña. Casi ochenta kilómetros de recorrido entre Pontecesures y Tui a los que la crisis y la escalada de los precios de los peajes han convertido en una alternativa más que consolidada a la AP-9. Con la autopista perdiendo cada vez un mayor número de usuarios, la jefa provincial de Tráfico, María Victoria Gómez Dobarro, no duda en calificar a la Nacional 550 como "la columna vertebral de la provincia" y explica que a lo largo del pasado año se detectó un notable incremento de su volumen de tráfico, probablemente a causa de la intención de muchos conductores de evitar la autopista.

Este hecho sumado a un primer análisis de las estadísticas en materia de siniestralidad vial que se registraron el año pasado en Pontevedra han llevado a la jefatura provincial a tomar una serie de medidas para incrementar la seguridad y vigilancia en este vial a lo largo de 2013. La más significativa, sin duda, es que la Nacional 550 será una de las tres vías en las que se instalarán nuevas cabinas de radar.

Los otros dos viales en los que se colocarán cinemómetros serán la Nacional 640 (que entra en la provincia por A Golada y atraviesa la comarca del Umia para finalizar en Vilagarcía) y la A-55 entre Vigo y Tui, un vial que sigue preocupando mucho en Tráfico por la gran cantidad de accidentes que se registran aunque "no sean los más graves".

María Victoria Gómez explica que en la provincia hay un total de 14 cabinas por las que los radares "se van rotando". La responsable de Tráfico señala que éstos "no se utilizan simplemente para detectar excesos de velocidad sino para lograr bajar la velocidad media en determinados puntos que nos preocupan y eso es algo que ya hemos conseguido".

"Sin embargo, vamos detectando que es necesario actuar en otras carreteras y en nuevos tramos que son el escenario de numerosos accidentes y en los que la velocidad es un factor determinante, por eso se van a poner algunos radares nuevos en estos puntos y a cambiar las ubicaciones de algunos de los que ya están puestos". Gómez Dobarro aclara que, en todo caso, los radares fijos "siempre están señalizados".

El incremento de la vigilancia sobre carreteras como la N-550 o la N-640 obedece también al estudio de la tipología de accidente que se produjo el año pasado con más frecuencia en la provincia. El 95% de los siniestros mortales tuvieron como escenario vías convencionales o secundarias, mientras que solo se registraron 2 fallecidos en viales desdoblados (en la AP-9 y en la AP-53).

La mortalidad en estas carreteras sin desdoblar es incluso mayor que la media estatal y eso preocupa en Tráfico "por lo que hemos decidido poner el foco en este tipo de vías".

Gómez Dobarro señala que mientras en 2011 el tipo de accidente mortal que más se repetía eran las colisiones frontales y frontolaterales, en 2012 la principal causa de siniestro mortal fueron las salidas de vía asociadas a un exceso o a una velocidad inadecuada. "Por este motivo hay que seguir trabajando para reducirla", concluye.