Con Alberto de Sousa Pacheco, el tío Alberto, se fue el último representante de una dinastía de fotógrafos que plasmó en sus placas la evolución de la ciudad en todos sus ámbitos desde los primeros años del siglo pasado.

Aunque la tienda de Príncipe echó el cierre en 1994, Alberto siguió haciendo fotos con su Olimpus hasta hace muy poco. Y le gustaba especialmente el retrato de estudio.

Porque Foto Pacheco, en la calle del Príncipe, fue durante décadas mucho más que un estudio fotográfico. Por La Foto, como llamaba la familia al comercio, pasaron generaciones de vigueses que fueron retratados en fotografías de estudio para inmortalizar primeras comuniones, bodas o simplemente para enviar a familiares lejanos. O incluso fotos de carnet que también se retocaban para que su titular saliera lo más agraciado posible. Fue su fundador Xaime Pacheco y le sucedieron al frente del negocio sus hijos, Alberto y Jaime.

Era realmente un lugar de encuentro donde la gente se volvía a ver después de décadas o al menos de año en año, evocando aquellas tertulias que tenían lugar allí mismo en los tiempos de Jaime Pacheco, que transmitió a sus hijos la importancia de la dignidad de la fotografía. Cada cliente era el más importante y así se tenía que sentir.

Cuando el vendedor de periódicos Castro se ponía delante de la tienda, voceando el FARO al tiempo que lo sostenía en equilibrio sobre su dedo índice, era el momento de bajar la verja, hacer el recuento de caja y fijar la tareas pendientes para el día siguiente. Y entre trabajo y comentarios de anécdotas y la actualidad del día se pasaban las horas.

Con el fallecimiento del último hijo de Jaime Pacheco se va una etapa de la fotografía, donde el revelado era un fenómeno sorprendente. Ver como en un papel sumergido en una cubeta con líquidos aparecía una imagen era algo mágico. Entrar en la galería y ver la luz que daban aquellos potentes focos, fascinante. Y los "cliches" secando y donde lo negro era blanco y lo blanco negro, o en el cristal biselado de la cámara de fotos de la galería, las imágenes al revés, asombroso.

Jai y Alberto han sido los continuadores de la obra fotográfica de Jai Pacheco, manteniendo la tradición y el cariño a la fotografía y sobre todo sabiendo conservar y ampliar toda la obra fotográfica iniciada.

Y con ese criterio se ha podido conseguir lo que actualmente es el Archivo Fotográfico Pacheco, un importante legado de más de 120.000 imágenes de la arquitectura y calles de Vigo, escenas de la vida política, social e industrial de la ciudad desde finales del XIX a mediados el XX, de titularidad municipal desde 1991.

Xaime de Sousa Guedes Pacheco nació en 1878 en Freixo de Espada, localidad de la portuguesa Serra da Estrela. Se formó como fotógrafo en el Estudio que su hermano tenía en Ourense y en 1899 se asoció con Xosé Gil. Entre 1900 y 1905 no sólo se dedicó a la fotografía, sino que entraría en el mundo del cine, viajando por Galicia y Portugal.

En 1907 se asoció con la Viuda de Prósperi y al morir ésta, en 1915, el negocio pasaría a ser de su propiedad exclusiva. Xaime Pacheco falleció en 1954 a los setenta y seis años de edad, quedando al frente del estudio sus hijos Alberto y Jaime, que falleció en 1981, pasando entonces a ser llevado por Alberto y Susi, hija de Jaime.

Alberto era un tipo tranquilo, con fino sentido del humor, le gustaba frecuentar el Náutico y vivía con intensidad todo lo relacionado con la ciudad

Con el dolor del prematuro fallecimiento de su hijo, el arquitecto Alberto de Sousa clavado en las entrañas, se fue con la tristeza de que el Archivo que cuidó con mimo durante tantos años, siga siendo una historia inacabada, que no se haya hecho algo digno con lo que muestra una etapa irrepetible de la fotografía.