Un vecino de Vigo de 50 años, Ricardo Barcia, ha iniciado hoy una huelga de hambre acampado frente a la sucursal de la entidad con la que formalizó una hipoteca que no puede pagar porque lleva parado desde 2008, y por eso pide la dación en pago del piso de Salceda de Caselas en el que ya no vive.

El director de la sucursal de Ibercaja ubicada en la céntrica calle Urzáiz de Vigo se ha reunido con este cliente por espacio de 20 minutos y ha quedado en dar una contestación a lo largo de esta semana, pero Ricardo continuará con su medida de protesta hasta que se lo "pongan muy claro" por escrito.

"Llegaré hasta donde sea, incluso jugando con mi salud", ha proclamado este cliente, quien este año se ha sometido a tres intervenciones. "Los días son larguísimos, no duermo", ha manifestado entre sollozos Ricardo Barcia, que solo pide "empezar de cero" con su vida.

Tras agotar las prestaciones por desempleo, recurrir a créditos con otras dos entidades bancarias y recibir la ayuda de familiares, el pasado mes de julio dejó de pagar las letras de su piso, tasado en 114.000 euros aunque escriturado en 50.000, y por el que firmó una hipoteca de 90.000 euros.

Ha recordado que fue el propio director de esta sucursal de Ibercaja quien le propuso entonces la dación en pago, pero que desde agosto viene recibiendo "largas"; que le piden "papeles y más papeles" y buscan por dónde pueden "exprimirle" más. "¿Qué quieren, meterme en el nicho?", se ha preguntado.

"Esto me está minando, es un sinvivir", ha aseverado Ricardo Barcia, consciente de que la huelga de hambre que ha iniciado hoy "acabará" con su salud, pero también de que no le queda "otra solución".

"Si esto es lo que el Gobierno está esperando que pase, algún día les reventará, porque tienen hijos y familia", ha proclamado, al tiempo que ha denunciado que los clientes de los bancos no son tales, sino "víctimas".

"Hoy me pasa a mí, pero a la vuelta de la esquina está que los desahucios sean el triple", ha dicho y ha reclamado que "el pueblo saque los dientes".