El Monte de Piedad de Novacaixagalicia no es ajeno a las enormes dificultades de miles de familias gallegas para llegar a final de mes y el pasado año se vio obligado a elevar sus tasaciones y ofrecer más por las joyas empeñadas para evitar que sus clientes más necesitados cayeran en la "usura" y malvendieran sus alhajas en otro tipo de establecimientos de compraventa y casas de empeño. La memoria de actividad publicada hace quince días por la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) revela una bajada del número de operaciones en vigor en todas las instituciones del país y un descenso del saldo, pero en el caso del único Monte de Piedad gallego con sede en Velázquez Moreno el importe medio de los préstamos ha crecido un 18% en los últimos dos años hasta los 372 euros conscientes sus responsables "de la presión que siguen ejerciendo las compraventas de oro".

La subida general en las tasaciones es solo uno de los cambios que ha afrontado en los últimos meses el Monte de Piedad gestionado por la Obra Social de Novacaixagalicia, que modernizó su sistema de subastas a través de Internet y está analizando la posibilidad de abrir establecimientos en A Coruña y Santiago para extender su red de clientes y dar mejor servicio en el norte.

Después de batir todos los récord de actividad en el año 2009 cerrando el ejercicio con 4.898 préstamos en vigor y 4.600 clientes, las cifras se han ido moderando hasta los 3.500 usuarios actuales y 4.323 operaciones abiertas, lo que supone una caída de un 12% en dos años. También bajan los préstamos concedidos a lo largo de 2011 a un total de 2.488 frente a los 3.076 autorizados en el ejercicio anterior y los 3.428 firmados en 2009.

La caída de actividad en el Monte de Piedad ha coincidido con una proliferación de los establecimientos dedicados en exclusiva a comprar oro y por temor a que personas con dificultades puedan aceptar por necesidad unas condiciones abusivas, desde la institución gestionada por Novacaixagalicia se ha reaccionado mejorando las tasaciones y el volumen de fondos prestado por operación. "Se intenta dar las máximas facilidades para que los dueños no pierdan sus joyas, refinanciando incluso sus préstamos por otros tres años si es necesario", apuntan en las conclusiones.

El préstamo se concede inicialmente por un año y pasado ese tiempo el cliente puede renovarlo por otros doce meses, recuperar la garantía o vender la prenda, algo que solo sucede en un 4% de las ocasiones. La abrumadora mayoría de los usuarios del Monte de Piedad -el 96%- recupera sus joyas, un dato que desde las cajas reivindican para "desmarcarse" de los negocios de compraventa de joyas o de las casas de empeño. "Hay una radical diferencia entre nuestra actividad pensada para favorecer el acceso al crédito y otras concebidas exclusivamente con ánimo de lucro", defienden en su memoria anual los montes de piedad de las cajas.

Los préstamos que conceden están garantizados con prendas que depositan los clientes, metales o piedras preciosas que cotizan en los mercados internacionales. A lo largo de 2011 el oro se pagó tres veces más que en el año 1984 y la conclusión de las cajas españolas es que sigue "reforzándose como valor refugio".