Las características valoradas por las autoridades europeas a la hora de elegir el proyecto vigués fueron la calidad científica y técnica en investigación básica, aplicada y clínica; las áreas estratégicas de investigación y las infraestructuras con las que cuentan los centros vinculados al Instituto y su entorno. Junto a todos estos factores, los representantes de la Universidad y del Sergas destacaron también el importante tejido empresarial de la ciudad, la consecución de los campus de excelencia "con el que Vigo ganó peso a nivel internacional", la docencia en los hospitales, los diferentes grados en biomedicina... "Todo esto fue lo que nos permitió que Europa nos concediese el proyecto", subrayó África González, directora del Centro de Investigación Biomédica, Cinbio.

"La Universidade de Vigo y el Sergas están haciendo un gran esfuerzo en nuevas infraestructuras: el Sergas, con la construcción de un hospital muy próximo al campus que dará asistencia a más de 600.000 personas, y la Universidad con varios centros de apoyo a la investigación, a los equipos y a las empresas", razonó África, quien hizo hincapié en la gran apuesta de la institución académica para dotar al personal investigador que trabaja en el ámbito biomédico de más espacio, recursos compartidos y equipamiento de alto nivel, entre lo cual destacó la próxima adquisición de un secuenciador de genomas humanos, "el mejor que tendrá la universidad".