El minibús eléctrico ya no volverá a recorrer las calles del Casco Vello de Vigo. El Concello anunció ayer que ha decidido suprimir "definitivamente" el servicio de transporte debido a las continuas averías que le impiden estar operativo. La concesión adjudicada a Vitrasa será rescatada, según anunció el concejal Carlos López Font, y está siendo estudiada por los servicios jurídicos municipales para solicitar las indemnizaciones que se estipulan en el pliego de condiciones.

"La situación es insostenible, se está causando un perjuicio muy grande a los ciudadanos porque no se puede sustituir por otro autobús y no se da servicio", afirmó el edil de Transporte e Mobilidade. La decisión llega tras un nuevo fallo en las baterías del vehículo que lo dejó otra vez inoperativo. "Se suspende definitivamente de forma inmediata, he dado instrucciones para que se cancele el contrato con la empresa por incumplimiento y pediremos una indemnización por los perjuicios causados al Concello y a los ciudadanos", añadió.

El autocar ha funcionado durante apenas once meses -en dos etapas diferentes- y la ocupación nunca ha sido suficiente para convertirlo en rentable. Desde noviembre de 2011 ha tenido una media de 25 pasajeros al día, muy por debajo de las expectativas, y la concesionaria cobraba unos 9.000 euros al mes en concepto de kilómetro y viajero. Carlos López Font explicó que "no se puede mantener una línea que no funcione" y aseguró que "hemos tenido mucha paciencia para intentar que se solventasen los problemas".

Teresa Egerique, concejala del PP, señaló por su parte que la supresión del servicio es un ejemplo más del "fracaso de la política" de Abel Caballero. "El alcalde nunca creyó en este servicio y se vio obligado a reponerlo, tras decretar su supresión al inicio del mandato, por las presiones de sus exsocios nacionalistas del anterior bipartito. Ahora demuestra que no ha sido capaz de gestionar con acierto este servicio y lo condena definitivamente", criticó Egerique tras conocer el anuncio de la supresión del minibús eléctrico.

Este servicio de transporte en el Casco Vello fue puesto en marcha por el BNG el 6 de mayo de 2011 tras realizarse una inversión de 420.000 euros en la compra del vehículo. La adjudicación del contrato fue para la empresa Vitrasa, pero tan solo funcionó hasta el 31 de julio de ese año, cuando el nuevo gobierno local, con el PSOE en solitario, decidió cancelar las rutas por su baja ocupación y rendimiento.

Dos meses más tarde, en el pleno ordinario de septiembre, tanto BNG como PP presentaron sendas mociones para que el servicio volviese a funcionar. El PSOE votó a favor y en noviembre se repuso, pero desde entonces las averías han sido constantes y el pasado mes de julio, el Concello advirtió "por última vez" a la empresa para solucionasen los problemas de forma definitiva o, tal como ha ocurrido, rescataría la concesión.

El PP considera ahora "lamentable" que el ayuntamiento haya gastado casi medio millón de euros en la adquisición de un vehículo que "no ha funcionado" y cree que es "un ejemplo más de la falta de gestión del dinero de todos los vigueses; algo que no se puede permitir".