El conflicto entre los trabajadores de la central de Correos en la Plaza de Compostela y la dirección del servicio postal se recrudece. El primer contacto entre ambas partes se produjo ayer pero acabó sin ningún avance cuando la acumulación de correspondencia afectada por los paros parciales iniciados el lunes supera ya los 150.000 envíos. Y esta cifra podría incluso triplicarse con la decisión de la plantilla, adoptada en asamblea, de celebrar dos jornadas completas de paro para los días 18 y 22 de junio.

Estas movilizaciones responden al recorte de personal –de 52 se pasó a 39 trabajadores– aplicado en la central postal que cubre los cuatro distritos más poblados de la ciudad, y donde se concentra su corazón financiero y empresarial. "A la empresa no le importa la calidad del servicio porque si fuera así aceptaría dialogar con nosotros. Y en lugar de eso presiona a los repartidores para que después de la huelga lleven más correspondencia de la habitual para aliviar lo acumulado", denuncia Antonio García, secretario comarcal de CIG-Correos.

La dirección postal rompió ayer su silencio para justificar esa reducción del 25% de la plantilla. "La decisión de reorganizar el reparto en el centro de Vigo obedece a la necesidad de adaptar los recursos disponibles a la actividad real y a las necesidades de nuestros clientes y no supone el despido de ningún trabajador". Y en este sentido asegura que de la seis personas afectadas por esta reestructuración, "dos se trasladaron voluntariamente a la Unidad de Reparto número 2, en la Avenida de la Paz, y las otras cuatro siguen en la misma unidad sustituyendo vacaciones, bajas y demás incidencias".

Los sindicatos siempre reconocieron que ese recorte no suponía ningún despido. Como también admiten que la crisis y las nuevas tecnologías provocaron una caída en el número de envíos estimada por Correos en un 25%. Sin embargo, Antonio García asegura que pese a descender el volumen de la correspondencia este todavía representa una carga de trabajo "inasumible" para los 39 empleados de la Alameda. Por esta razón avisa que con las dos jornadas de paro completas –es decir, no se repartirá ningún envío– el servicio acabará por colapsarse.

Correos discrepa. Afirma que los paros celebrados desde el lunes por "algunos carteros" afectan "solo a una de las cuatro unidades de reparto" que funcionan en la ciudad. "El resto de la distribución está totalmente normalizada", añade. Y frente a la opinión de los sindicatos dice que se mantiene la "calidad del servicio", al tiempo que "cumple con su obligación de asignar de manera eficiente y productiva sus recursos".