La revisión del proyecto de la estación del AVE en Vigo avanza sin pausa. El viernes el secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá, visitó por tercera vez Vigo en menos de dos meses, para anunciar los cambios esenciales a fin de hacer viable la terminal ferroviaria, y esta semana ya se ha celebrado la primera reunión entre altos cargos de Adif con el equipo del arquitecto norteamericano Thom Mayne, autor del diseño inicial, para emprender las modificaciones. "Será un trabajo intenso. Tenemos que hacer ajustes con los nuevos condicionantes que nos han dado, pero manteniendo el espíritu original", explica la socia de Mayne en España, Begoña Díaz-Urgorri. Aunque no se ha marcado un cronograma en detalle, el trabajo se hará "en plazo breve". Prueba de la celeridad con que progresa el proceso es que mañana se celebra la segunda reunión, ya con las primeras propuestas concretas del estudio de arquitectos sobre la mesa. "Iremos evolucionando, incorporando y encajando todo", comenta Díaz- Urgorri.

La nueva estación rebajará sus dimensiones de 120.000 a 80.000 metros cuadrados, y el presupuesto se recorta de 180 a 105 millones. Un considerable ajuste pese al cual el equipo de Mayne considera que se puede conservar intacta la calidad del proyecto. Por ahora no es posible saber en qué medida cambiará el diseño y la imagen de la terminal, aunque el equipo del Premio Pritzker confía en que no serán necesarias profundas reformas. "No vamos a echar por tierra todo el trabajo. Partiendo de lo que teníamos mantendremos lo máximo posible. Estamos enfocándolo de esa manera y ya nos hemos puesto a ello", comenta la mano derecha de Mayne en España. Todas las partes, por ahora, van en la misma dirección. El Concello ha aprobado los cambios, el equipo del arquitecto sigue adelante, y Fomento parece dispuesto a no perder tiempo. "Valoramos el apoyo incondicional que está demostrando la ministra Ana Pastor. Todos estamos trabajando al unísono", agrega la arquitecta.

No solo participan en el proceso responsables y técnicos de Adif –con la participación incluida de Vialia, la sociedad del ente para los centros comerciales de grandes estaciones– y el estudio de Mayne. También están implicados varios expertos en gestión de complejos ferroviarios con áreas de ocio para asegurar la viabilidad económica, cuestión esencial para captar la atención de la iniciativa privada. El concurso convocado por Fomento en el anterior Gobierno fracasó después de que las dos grandes compañías interesadas, la holandesa Corio y la italiana Grandi Stazioni, desistiesen de presentarse por concluir que no era rentable la operación. La financiación pasaba por crear una entidad mixta participada en un 30% por Adif y en un 70% por el socio privado.

El proceso para modificar el proyecto se va a desarrollar rápido, con contactos continuos. "Será a base de muchas reuniones. Trabajaremos día a día y procuraremos que todo esté a punto en el tiempo más breve posible", señala Díaz-Urgorri. El secretario de Estado manifestó que confiaba finalizar en un mes la revisión. A mediados de mayo se fijaría un calendario de licitación y obra.

La viabilidad comercial, clave para financiar la obra

La fórmula de financiación de la estación, mediante una sociedad mixta con una compañía privada que aportaría el grueso de los fondos a cambio de la participación mayoritaria en la explotación comercial y de ocio, hace imprescindible para Fomento captar el interés de los grandes operadores. Con el reajuste la superficie para negocios se ha reducido de 42.000 m2 a 29.000. El secretario de Estado puso como ejemplo de modelo en una de sus visitas la estación María Zambrano de Málaga. Ésta cuenta con un área comercial de 45.000 m2 y está operada por Vialia. Hay instalados más de medio centenar de establecimientos comerciales, otros 14 de restauración, 17 de servicios (como alquiler de vehículos), y tres de ocio: 13 salas de cine, un salón recreativo y una bolera. El AVE ha tenido un indudable éxito en Málaga. Desde su llegada a la turística ciudad andaluza en 2007 la línea a Madrid ha transportado a 8 millones de viajeros. Excluyendo el tráfico rodado, el tren ha acaparado el 73% de los desplazamientos y relega al avión al 27%.

Por el área comercial, que ha revitalizado el centro urbano, pasaron 13 millones de personas el primer año. La cifra no ha dejado de crecer. "Estamos en 16 millones de visitantes anuales y la ocupación de los locales es del 97%. Están las grandes firmas internacionales como Inditex, MediaMarkt y H&M, y la oferta es muy completa", explica José Antonio Vera, gerente del centro Vialia malagueño. La terminal del AVE está al lado de la de autobuses, y pronto se incorporará al complejo el metro, lo que disparará la afluencia. "Es el principal centro comercial de la ciudad por su ubicación privilegiada", agrega Vera. La situación de la terminal intermodal de Vigo, en el a caballo entre el centro y la entrada por autopista, es uno de los factores más atractivos para captar a los operadores, junto a las decenas de miles de pasajeros que pasarán por allí cada año.