"Si la medida se confirma será algo bueno... pero ha tardado casi dos años en llegar". Año y medio de lucha y reivindicaciones llevan al presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), José Manuel Fernández Alvariño, a acoger la decisión lusa de compatibilizar su sistema de pago de peajes con el español con ánimo dividido. Valora la iniciativa –anunciada el miércoles por el responsable luso de Transportes– pero no olvida la "pérdida de competitividad" acumulada desde que en octubre de 2010 las polémicas tasas empezaron a gravar el uso de la A-28. "Es difícil cifrar las pérdidas pero es claro que ha afectado a toda la región", apunta. Alvariño mantiene su exigencia, presentada en febrero con el Eixo Atlántico, el alcalde de Viana, José María Costa, y empresarios de las autonomías españolas limítrofes con Portugal, de crear un área exenta de tasas.

"Han pasado ya dos años y estamos hablando de una resolución que puede estar conculcando derechos de movilidad dentro de la UE", abunda el presidente de la la patronal. Convencida de que se trata de "un error económico", la CEP asegura que mantendrá su "pelea" ante Bruselas para lograr un pronunciamiento sobre las tasas y avanza que, en menos de un mes, convocará una nueva cumbre de empresarios afectados a ambos lados de la frontera. Al otro lado del Miño, la Asociación Empresarial de Viana planteó ayer una reducción de las tarifas, toda vez que las exenciones a usuarios desaparecerán en unos meses.

Desde el Eixo Atlántico –una de los voces más beligerantes– su secretario general, Xoan Vázquez Mao, no oculta su agrado ante la decisión del Ejecutivo luso. "Estamos extremadamente satisfechos", anota. Mao aplaude lo que valora como una "solución definitiva al problema" y se muestra convencido de que su aplicación será "inminente", antes de los desplazamientos de verano.

Ahora el Eixo pide "una solución para los viajeros esporádicos", aquellos que no se plantean adquirir un dispositivo de telepeaje. "Están analizando cuidadosamente la opción de la viñeta que lleva ya 10 años aplicándose en Suiza y funciona en otros países como Bulgaria", apunta. El sistema funcionaría a través de "pegatinas electrostáticas" similares a la de la ITV que se podrían adquirir en la frontera lusa. Con ello Mao espera que se sustituya la compra de tickets vía Internet, "que ya ha demostrado que no funciona", lanzan desde el Eixo.

El anuncio de Portugal es acogido con complacencia desde la Xunta. El conselleiro de Infraestructuras, Agustín Hernández, aseguró ayer que solo restan "algunos flecos pendientes" para adaptar los sistemas de pago a ambos lados del Miño. En ese sentido el Gobierno gallego confía en que "en el plazo más breve posible" entre en funcionamiento la iniciativa, lo que representará "una buena noticia" para las relaciones entre Galicia y Portugal. Fuentes de la Consellería aseguran que el Gobierno de Pedro Passos confirmó por carta esta semana a Hernández que se había alcanzado un acuerdo para la interoperabilidad del cobro. En contraposición, la diputada del BNG por Pontevedra, Olaia Fernández Davila, argumenta que el Gobierno le trasladó por escrito que no existían "avances ni acuerdos" sobre el tema.

El miércoles el secretario de Estado portugués de Transportes, Sergio Monteiro, aseguró que su Gobierno trabaja para adaptar el pago. "La interoperabilidad técnica está asegurada, ahora estamos intentando lograr la operacional", apuntó durante una comparecencia en el Parlamento. La solución pasaría por un acuerdo entre la concesionaria lusa Via Verde y ASETA, la Asociación de Sociedades Españolas Concesionarias de Autopistas, Túneles, Puentes y Vías de Peaje. El anuncio se produce además semanas antes de que los Gobiernos de Madrid y Lisboa mantengan una cumbre hispano-lusa en Oporto. Conscientes de esa proximidad, la CEP ya ha remitido un escrito al Ministerio de Fomento en el que le insta a tratar otro de los grandes temas pendientes en la Eurorregión: "modernizar" el tren Vigo-Oporto. En ese sentido, el Eixo Atlántico, adelanta que habrá "buenas noticias".