El PP aprueba en solitario la Ley del Área Metropolitana de Vigo que entrará en vigor el próximo mes de mayo y debe estar plenamente desarrollada en el horizonte de 2014. La falta de acuerdo político que presidió la tramitación del proyecto en comisión Parlamentaria se materializó ayer con la votación definitiva de los tres grupos en el pleno: 38 votos a favor de los populares y 37 en contra de PSdeG y BNG. La nueva figura administrativa que agrupa a 14 ayuntamientos del sur de Pontevedra nace con el único respaldo del PP y sin un liderazgo institucional claro al ser rechazada por el alcalde de su capital.

Los socialistas volvieron a reclamar ayer que la presidencia debe ejercerla la persona que ocupe en cada mandato la Alcaldía de Vigo atendiendo al peso demográfico y económico del municipio. Pero el popular Antonio Rodríguez Miranda defendió, por el contrario, la fórmula establecida por ley de someter el nombramiento a la decisión de la asamblea metropolitana. El PP esgrime que la ley del Área de Vigo es igual a la de Barcelona en este punto: "El presidente o presidenta del Área Metropolitana de Barcelona es elegido por el Consejo Metropolitano entre sus miembros que tienen la condición de alcaldes; lo mismo que en la de Vigo, cuya asamblea elegirá entre sus miembros al presidente o presidenta mediante el voto favorable de la mayoría absoluta en primera votación, y simple en la segunda".

En busca del apoyo de los socialistas, Miranda matizó que a su grupo "no nos da ningún tipo de urticaria e incluso nos parece normal que el presidente sea el alcalde vigués", que no asistió como invitado a la sesión. Sí estuvieron presentes los regidores de otros municipios integrados en el proyecto como Nigrán, Soutomaior, Redondela, O Porriño, Pazos de Borbén o Moaña y los portavoces del PP y el Bloque en Vigo.

Desde la tribuna siguieron el intenso debate en el que el PP intentó desmontar la idea de que exista un enfrentamiento directo con el gobierno vigués, asegurando que el Área Metropolitana "responde a la identidad propia de la comarca funcional de Vigo" y servirá precisamente para reforzar el que definió como "uno de los principales polos económicos y de innovación de Galicia". Rodríguez Miranda, elegido por el partido para intentar llegar a un acuerdo con los grupos de la oposición en los últimos siete meses, rechazó las dudas sobre la capacidad de financiación y gobernabilidad de la entidad manifestadas por PSdeG y BNG y avanzó que el nuevo modelo de ordenación territorial "va a fortalecer infraestructuras básicas, el transporte, propiciar vías de descentralización y garantizar servicios de mejor calidad y menor coste".

La intención del portavoz popular fue en todo momento alejarse del debate sobre los órganos de gobierno que fundamenta las diferencias con los socialistas y se centró en las posibles mejoras que incorporará el Área Metropolitana. "Hoy es un día histórico para Vigo porque cumplimos con nuestro compromiso electoral de mejorar el bienestar de la comarca de Vigo para convertirla en un núcleo de atracción alternativo a Oporto dentro de la Eurorregión".

Frente a las críticas de PSdeG y Bloque por la falta de un estudio sobre los costes reales del nuevo organismo y la falta de concreción en las aportaciones que realizará cada administración, Rodríguez Miranda subrayó que el Área Metropolitana de Vigo, la primera que se constituye en Galicia, "tendrá financiación suficiente, competencias claras y un gobierno plural sin duplicidades y sin incrementar el gasto público" "No es un órgano para los políticos, sino para el casi medio millón de ciudadanos que vive en los 14 concellos que la integran", destacó.

Al margen del contenido del nuevo organismo, Rodríguez Miranda criticó el rechazo de los grupos de la oposición a la ley y retó al BNG a explicar "si fue Guillerme –portavoz nacional del partido– o Caballero el que mandó dar marcha atrás y pasar de la abstención que mantuvieron los nacionalistas en comisión parlamentaria al voto en contra de ayer en el pleno". Concluyó su intervención lamentando que "los proyectos en el área de Vigo que dependen únicamente de la Xunta salgan adelante y aquellos en los que interviene el virrey socialista –en alusión a Caballero– seguramente no lo harán", repasando los desacuerdos que mantienen actualmente la Xunta y el Concello sobre los terrenos de la Cidade da Xustiza o la dotación de servicios al nuevo hospital.

Críticas de la oposición

Igual de enérgica que fue la defensa que el PP hizo de la ley fueron las críticas de los grupos de la oposición, que situaron en el centro de su diana la falta de compromisos de financiación por parte de la Xunta y la Diputación de Pontevedra y que únicamente se garantice la aportación de fondos que realizarán los 14 concellos en base al número de habitantes y que sitúa a Vigo como principal fuente de ingresos para mantener la nueva estructura al acoger a un 62% de la población del Área.

Tras los últimos cambios introducidos en la ley, Vigo ocupará 24 de los 52 asientos de la asamblea metropolitana y el voto de su alcalde en la junta de gobierno valdrá lo mismo que el de los otros 13 regidores al no existir voto ponderado como reclamaban los socialistas. Por este motivo, el portavoz del PSdeG, Abel Losada, tildó ayer el texto de "un ejemplo de ingeniería política para torcer la voluntad popular y lograr a través del Área Metropolitana lo que no consiguieron en las urnas". Se refería así a que la representación de Vigo en la asamblea queda reducida a un 47% y cae hasta el 7% en la toma de decisiones en la junta de gobierno.

El diputado socialista lamentó "la oportunidad perdida para Vigo y su comarca" y acusó al PP de "anteponer el control político del sur de Pontevedra sobre los intereses de los ciudadanos y la necesidad de garantizar un ahorro en la prestación de los servicios públicos". Otro de los aspectos en los que más insistió Losada es en la "pérdida de autonomía local de los ayuntamientos al entenderse las competencias como imperativas y también su entrada en el nuevo ente", que tildó de "chiringuito".

En opinión de Losada, el objetivo del PP con la aprobación sin consenso del nuevo ente es "reforzar su posición política en Pontevedra haciendo cuña entre la Diputación y el Área Metropolitana", repasando a continuación lo que considera "una estrategia clara del PP para dinamitar el proyecto". "Feijóo no dejó decidir a los ayuntamientos, Louzán decía hace un año que no era prioritaria y ahora la Diputación anuncia un consorcio para gestionar el ciclo urbano del agua del Louro. ¿Cómo van a compatabilizar tantas entidades?", inquirió el parlamentario socialista al grupo mayoritario.

El portavoz del BNG en el debate también criticó la creación de un nuevo órgano con competencias sobre una materia que en teoría debe ser ejercida por el Área Metropolitana, a la que además de promoción económica, turismo, transporte, medio ambiente y urbanismo se dotan de competencias sobre el ciclo completo del agua. Henrique Viéitez fundamentó el voto en contra de su grupo en que el texto "no define comptencias claras y no evita duplicidades", asegurando que la Diputación debe desaparecer del ámbito de actuación del Área Metropolitana y en contra de esto "el PP solo se dedicó a blindarla y fue un tema tabú durante la negociación".

Viéitez insistió en la idea de que Galicia "pierde la oportunidad de empezar a definir un nuevo mapa local más ajustado a los nuevos tiempos. Es necesario un modelo de territorio más equilibrado y este proyecto no responde a esa necesidad", advirtió el diputado del Bloque, que responsabilizó por igual a PP y PSdeG del fracaso del proyecto por "no ser capaces de superar sus contradicciones y sus localismos rancios". "Falta liderazgo metropolitano. Ninguno tiene capacidad para pilotar este proyecto", recriminó el nacionalista, que centró su intervención en la que entiende como "nula solvencia y suficiente financiera del Área" y en la "oscuridad" de un proceso en el que denunció que "no se dejó participar a los concellos".