De mal en peor. Así es como se encuentra la situación de la estructura del espigón que conecta las islas de Monteagudo y Faro. El temporal que azotó la costa gallega en 2010 lo dejó muy tocado. En estos momentos, el fuerte oleaje convierte en un canal este dique que data de finales del siglo XIX y que sólo se ha reparado de forma puntual desde 1980.

El mar, al superar la estructura, provoca que todavía la dañe más. Además, la rotura de este dique tendría consecuencias en la ría de Vigo, ya que este archipiélago provoca que sus aguas sean más tranquilas, favoreciendo la práctica de la navegación, el fondeo y diversas actividades marítimas.