La cúpula del edificio del Real Club Náutico de Vigo es ya historia debido a un fallo estructural que provocó un espectacular desplome sobre las escaleras interiores del inmueble. El suceso se produjo pasadas las 15.30 horas de ayer, cuando el conserje, alarmado por unos ruidos extraños en la cubierta, alertó a los responsables de mantenimiento. "Subí los tres pisos para ver qué pasaba y al llegar arriba ya vi la cúpula totalmente rasgada por el perímetro", detalla. Fue en ese momento cuando los trabajadores desalojaron a la quincena de personas que allí se encontraban –entre socios y empleados–. Justo cuando acababa de salir el último se desplomó por completo junto al tabique de ladrillos que la alzaba, destrozando la escalera y la recepción. "Fue cuestión de 10 minutos, si el edificio no avisa hubiese provocado una desgracia", reflexiona.

La cúpula, de alrededor de cinco metros de diámetro, sostenía una cristalera que dibujaba una rosa de los vientos y las enseñas del club. Esta, a su vez, daba a las escaleras interiores que comunica los tres pisos y cuya balaustrada es de maderas nobles.

A la zona se desplazó un arquitecto, personal de la compañía aseguradora y los responsables de mantenimiento del club, estos últimos con la intención de retirar los restos de cascotes que corrían riesgo de seguir cayendo. "Avisamos al Puerto porque tiene competencia en la zona, pero no vimos necesidad de llamar a bomberos o policía", razonaba otro trabajador. Franco Cobas, presidente de la entidad, se mostraba tranquilo y aliviado de que no se hubiese producido ningún daño humano. "Cumplimos con toda la legalidad; el edificio superó la Inspección Técnica de Edificios (ITE) hace poco más de un año e incluso en esa ocasión se le hicieron pruebas de carga", comenta. La ITE supone una garantía dada por el arquitecto durante un periodo de 10 años. "Sucedió a una hora que hay poca gente y el protocolo fue excelente, incluso se desalojó a un chico que dormía en la biblioteca", asegura.

La entidad espera recibir hoy un informe de los ingenieros para conocer más detalles. Pese a todo, Cobas se mostraba optimista con poder reabrir el lunes. "Lo único afectado es la escalera, el resto de las salas no", reflexiona. Lo cierto es que las escaleras están intransitables y comunican la zona de oficinas con el comedor, la sala de juegos y el resto de despachos.

El edificio del Real Club Náutico, obra de los vigueses Castro y Alonso levantada en el año 1944, es el máximo exponente de la arquitectura racionalista de la ciudad –su forma imita a un barco– y está reconocido como Bien de Interés Cultural (BIC) al tiempo que figura en el catálogo de Patrimonio de edificios a conservar.

"El edificio pasó la inspección técnica hace poco más de un año"

El presidente del Real Club Náutico, Franco Cobas, se mostraba ayer sorprendido porque el edificio superó la Inspección Técnica de Edificios hace poco más de un año, "incluso se realizaron pruebas de carga en esa cúpula", aseguraba. El inmueble, declarado como Bien de Interés Cultural, debe conservarse en su estado original y, por lo tanto, tiene que reconstruirse fielmente. "Va a costar mucho dinero arreglarlo y tendrán que implicarse todas las administraciones: ayuntamiento, Xunta, Diputación...", explicaba. Cobas confía en que el edificio recobre su estampa porque conservan innumerables documentos, tanto de la balaustrada de la escalera como de la vidriera de la cúpula, que dibujaba una rosa de los vientos y las enseñas del club. "Queríamos acristalar la terraza y Patrimonio no nos dejó, a ver si a partir de ahora nos echan una mano en vez de poner impedimentos", reprocha.