Su negocio apenas cuenta cinco años pero María Luisa Silva, dueña de una papelería en Navia, ha pasado en ese tiempo de "pionera" a veterana. Desde que en 2007 ella y su marido decidieron abrir un negocio en As Teixugueiras la calle ha ido poblándose de pequeños comercios. La construcción de la "macro urbanización" de Navia, con 3.732 viviendas protegidas –la Xunta anunció otras 1.442 en el último plan parcial que presentó al Concello–, ha llenado el barrio de vida. Según datos del Consistorio hay censados en la zona 6.631 vecinos, un número que según los comerciantes asciende a 15.000 e irá aumentando a medida que se vayan entregando nuevos pisos. A ese boom de la población ha seguido un brote de negocios que desentona con la crisis.

"Hace cinco años visitamos la zona y vimos que tenía futuro así que decidimos montar un negocio aquí", relata María Luisa a las puertas de su local. No fue la única en llegar a esa conclusión. En apenas un lustro Navia dejó de ser "un descampado sin vida" para convertirse en un área comercial con cerca de 85 negocios. "A medida que se van entregando viviendas las ventas suben", concuerda el frutero Dimas López. La mejor prueba de ello es que desde la última promoción, en diciembre de 2010, sus ventas "han aumentado". "No tengo queja", concluye.

Aunque la sombra de la crisis llega también a Navia sus tonos son menos oscuros. En los últimos años la parroquia registró el cierre de varios negocios pero su ritmo de aperturas aventaja al del resto de la ciudad. La razón: la llegada de vecinos al barrio y el atractivo que representan los comercios para zonas próximas como San Paio, Alcabre, Coruxo o Canido. "Constituyen cerca del 50% de nuestros clientes", razona David Resúa ante el escaparate de su zapatería. Con 10 meses de experiencia en el barrio este autónomo –residente además de As Teixugueiras– explica que entre las tareas pendientes de los comerciantes está "concienciar" a los vecinos de que "se puede hacer vida en Navia". "No es una ´ciudad dormitorio´, pero casi", concuerda María Luisa. El reto no viene solo. El sector, que ultima los trámites para constituirse como asociación, reclama además adecentar el parque de Navia y "mejorar las comunicaciones".

La frutería de Dimas López es el mejor ejemplo de que los negocios de Navia van de la mano de su vecindario. Aunque este comerciante abrió su tienda "hace dos años y medio" sus ventas aumentaron de manera especial desde hace 12 meses, justo cuando se cerró la última promoción de pisos. "A medida que las viviendas se entregan el consumo sube", razona Dimas mientras vende una barra de pan a uno de los vecinos de la zona.

A pesar de esa buena experiencia su diagnóstico es similar al de otros comerciantes del barrio: "en la calle se ve movimiento pero la gente todavía no está mentalizada para hacer sus compras en esta zona". Con ese objetivo Dimas participó, junto a otros 25 autónomos de Navia, en una campaña especial en Navidades para atraer y fidelizar a sus clientes.

El potencial del barrio queda fuera de toda duda al percatarse de que cadenas comerciales de ámbito estatal y entidades bancarias ya han abierto sus propios establecimientos en las calles de Navia.

La historia de la cafetería Os Lobiños se solapa con la del barrio de Navia. Guiada solo por la intuición Charo Pinto montó hace siete años una cafetería en As Teixugueiras. "De aquella no había nada. Nosotros éramos el único local o uno de los pocos que había en la zona", recuerda esta hostelera viguesa.

La apuesta le salió redonda. Antes incluso de que las primeras familias se trasladasen a Navia Charo servía a los obreros de la "macro urbanización". Cuando las grúas y las excavadoras abandonaron el barrio su negocio cambió de perfil y se centró en las familias. Charo instaló un pequeño parque infantil con bolas, toboganes y juegos y se lanzó a por la clientela más familiar.

"Nos anunciamos por Internet y como somos un negocio muy concreto tenemos clientes del centro de la ciudad... vienen incluso de Travesía de Vigo", comenta Charo. Con todo, su principal clientela siguen siendo los vecinos del barrio.