La urgencia y el interés del presidente del Puerto, el gobierno local, el Ministerio de Fomento y los empresarios de la ciudad por corregir los mapas de la Red Transeuropea de Transportes e incluir a Vigo como puerto nodal chocan con la maquinaria legislativa de la UE y el inmenso volumen de asuntos a tratar en el Parlamento. El debate de los nuevos corredores de mercancías propuestos por la Comisión Europea podría tardar varios meses en producirse y no será hasta entonces cuando los eurodiputados españoles puedan presentar enmiendas al texto para tratar de introducir a la terminal viguesa entre las prioritarias a la hora de recibir fondos europeos para su desarrollo en las próximas dos décadas.

Los representantes españoles en Bruselas coinciden en que el proceso "va para largo" y que es muy complicado que este asunto entre en el orden del día del pleno durante la presidencia danesa que concluye el 30 de junio. La buena noticia es que al tratarse de un procedimiento legislativo ordinario permite la introducción de modificaciones que pueden ser planteadas tanto por alguno de los 753 miembros del Parlamento Europeo como por los representantes de los 27 estados miembro presentes en el Consejo.

El mecanismo por el que va a tramitarse la nueva Red Transeuropea de Transportes da el mismo peso a ambos órganos, por lo que las autoridades españolas están a tiempo de promover modificaciones en el diseño de los corredores europeos de mercancías y corregir la situación de Vigo directamente a propuesta del presidente del Gobierno en las reuniones del Consejo Europeo o mediante enmiendas de alguno de los 54 eurodiputados que representan a España en Bruselas.

Los parlamentarios gallegos del PP –Francisco Millán Mon y Carmen Fraga–, PSOE –Antolín Sánchez Presedo– y BNG –Ana Miranda– podrían plantear a través de sus respectivos grupos enmiendas al listado de infraestructuras nodales diseñado por la Comisión Europea, aunque para aprobar la inclusión de Vigo como puerto nodal necesitarían el respaldo de todos los representantes españoles y de docenas de eurodiputados de otros países pese a que en la denominada "primera lectura" o exposición en el Parlamento Europeo llega la mayoría simple para dar luz verde a una propuesta legislativa y a las enmiendas correspondientes. Esta primera resolución se remite al Consejo para ratificarla y si no está de acuerdo el Consejo puede plantear cambios propios que de nuevo se someterían a votación en el Parlamento, donde en segunda vuelta es necesaria mayoría absoluta para aprobar un texto. Si no se alcanza un acuerdo entra en juego un Comité de Conciliación que intenta acercar posturas para desbloquear los proyectos.

En la página web del Parlamento Europeo el documento de la Red Transeuropea de Transportes figura "a la espera de la primera lectura en el Parlamento". Los eurodiputados gallegos aún no se pronunciaron respecto a la situación del Puerto de Vigo porque ayer había pleno en Bruselas y no les fue posible valorarla.