El Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo ha impuesto siete meses de prisión a un policía local que se masturbó ante varios menores en la playa. En el juicio también se tuvo que sentar en el banquillo el ciclista Óscar Pereiro, padre de uno de estos niños y quien presentó la denuncia contra el exhibicionista, ya que el fiscal le acusaba de proferir presuntas expresiones injuriosas al agente cuando fue a recriminarle su conducta. La juez, sin embargo, absuelve al deportista de la falta que le imputaban al estimar que reprendió al ahora condenado su comportamiento con los menores "sin que conste que le hubiese insultado". La magistrada además añade que, en todo caso, cualquier cosa que le pudiera haber dicho "no estaba dirigido a su persona, sino a su comportamiento".

La sentencia condena al policía José María B.R., de 60 años, a siete meses de prisión por un delito de exhibicionismo, así como al pago de 60 euros de multa por una falta de injurias por los insultos que él sí profirió. Además, la magistrada ordena que, una vez la resolución sea firme, ésta sea oficiada a la Policía Local de Vigo para que sea tenida en cuenta en el expediente disciplinario al agente. Al respecto, cuando este efectivo fue detenido por estos hechos, en 2010, la jefatura de este cuerpo municipal ya le abrió diligencias. En aquel momento continuó en el servicio, aunque apartado de la atención al público.

Hechos

Los hechos ocurrieron el 16 de agosto de 2010 en la playa de As Barcas de Coruxo. La sentencia establece que en torno a las cinco de la tarde el condenado, que estaba de día libre, se acercó a un grupo de niños de entre 4 y 8 años que jugaban en las rocas bajo la vigilancia de sus padres y comenzó a masturbarse ante ellos. Ante esta situación, familiares de los pequeños y otros bañistas se alarmaron y se dirigieron al policía para que dejase de molestar a los menores. La resolución concreta que Pereiro, junto a otro padre, se acercó al exhibicionista "reprendiéndole" su comportamiento. En ese momento, el condenado cogió una piedra y emitió injurias. Al no desprenderse el policía de esa piedra, "se la arrebataron sin ánimo de atentar contra su integridad física hasta conseguir desarmarlo". Frente a lo dicho por el condenado, la juez no ve probado que él fuese agredido ni lesionado.

El abogado de Óscar Pereiro valoró positivamente la sentencia. "El comportamiento de Óscar es el comportamiento ejemplar que se le debería exigir a cualquier ciudadano", señaló, refiriéndose a que su cliente reprendió al exhibicionista su conducta y lo denunció para que los hechos no quedasen "impunes".Tras el juicio, el deportista ya había dicho que no se arrepentía de lo que había hecho.