El puerto de Vigo es definitivamente para Bruselas un complemento de la terminal de A Coruña. La Comisión Europea (CE) ha modificado parcialmente el documento de la Red Transeuropea de Transportes para incluir la conexión por alta velocidad entre Ourense y Vigo por Cerdedo, una línea que está todavía en fase de proyecto pero que en su primer informe ni siquiera aparecía recogida como tal. Pero las enmiendas –en forma de actualización de sus mapas– acaban en este punto, porque las autoridades europeas mantienen su criterio de que el puerto core, es decir corazón, del noroeste peninsular es A Coruña, mientras que Vigo y Ferrol se consideran como instalaciones complementarias o subsidiarias de aquél. La decisión de la CE echa por tierra las pretensiones de la Autoridad Portuaria de Vigo y el gobierno local, que habían exigido una rectificación de una situación "equivocada e injusta" que no respondía a la realidad de los números de uno y otro puerto. Además, desoye al Ministerio de Fomento, que se había comprometido a presentar las correspondientes alegaciones ante Bruselas para "corregir" el documento.

José Blanco, entonces ministro de Fomento, presentó el pasado 19 de octubre la Red Transeuropea de Transportes, un documento elaborado por la Comisión Europea que detallaba las infraestructuras claves –y por tanto susceptibles de ser financiadas con fondos comunitarios– para la institución desde el punto de vista del transporte de mercancías hasta el 2050. A su juicio, el texto elaborado en Bruselas, a partir de las informaciones enviadas por los respectivos gobiernos, blindaba las principales conexiones de Galicia, y en particular el Eje Atlántico.

Curiosamente, la primera reacción de la Xunta fue la de aplaudir el documento. Así, el conselleiro de Infraestructuras, Agustín Hernández, calificó de "oportunidad" el informe y se declaraba "muy satisfecho" por el anuncio, aunque matizaba que "lo único de lo que se está hablando es de planificación, no de una dotación presupuestaria".

Los dos supuestos errores

El documento, sin embargo, presentaba dos grandes lagunas respecto a la ciudad de Vigo: el primero, es que no recogía la conexión por Alta Velocidad entre Vigo y Ourense y por extensión con Madrid. Es decir, para Bruselas, el único enlace de Galicia con la Meseta sería a través de la línea entre Ourense-Santiago-A Coruña, de forma que los vigueses deberían desplazarse siempre hasta la capital compostelana. La salida sur del AVE no era, pues, ni siquiera contemplada como una opción de futuro, pese a que Fomento mantenía su apuesta por la conexión por Cerdedo. Este supuesto error sí ha sido corregido ahora en el nuevo documento.

La segunda presunta equivocación tenía que ver con la consideración de Vigo como un puerto subsidiario en Galicia frente al estatus de puerto nodal de A Coruña. Es más, para la CE las tres terminales referentes en el noroeste peninsular serían Leixoes (Oporto), Gijón y la citada de A Coruña.

Este degradación de categoría empujó a los principales actores políticos y empresariales de la ciudad a movilizarse y unir su voz ante Fomento. Así, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, el presidente del Puerto, Ignacio López-Chaves, la propia Ana Pastor –entonces diputada del PP por Pontevedra y hoy titular de Fomento– y la comunidad empresarial apremiaron a Fomento a rectificar un documento que ignoraba una "realidad, objetiva" basada en datos, es decir, en el valor de la mercancía que se movía, desde la terminal viguesa. Mazazo, desconocimiento absoluto y marginación fueron algunos de los términos empleados para defender este cambio. La Xunta, finalmente, se sumó a esta petición y urgió al ministro Blanco a presentar las correspondientes alegaciones.

La realidad es que, cuatro meses después, la Comisión Europea se mantiene en sus trece: el puerto clave del noroeste ibérico es A Coruña y Vigo un simple apéndice.