Para Santiago se proyecta un nuevo edificio acristalado en sus laterales y con un parque público en superficie que quedaría conectado a la calle de O Hórreo. Su construcción conllevaría la demolición de la estación actual, a lo que se opone frontalmente el alcalde de la ciudad por su valor histórico. El coste estaría situado en torno a los 25 millones de euros.