Mayne diseñó una estación en Urzáiz –dónde estaba la anterior, ya derribada–, con dos plantas de parking y otras tantas comerciales que llegaría en altura a Vía Norte. Allí se crearía una plaza de 26.000 m2. Así, se abriría a la ría un balcón de 450 metros de longitud. El presupuesto se fijó en 181 millones. El concurso quedó desierto al renunciar las dos empresas que se habían interesado.