Ryanair se come al resto de aerolíneas de Galicia con las ayudas públicas que recibe de la Xunta en Lavacolla desde 2005 y, como mínimo, hasta 2013. La low cost irlandesa ganó el año pasado más de 460.000 pasajeros, casi los mismos que perdieron en conjunto el resto de compañías que operan en los tres aeropuertos. De hecho, a nivel gallego, y a excepción de Air France, que ganó casi 13.000 clientes; y Air Nostrum, que tuvo 16.600 más gracias a que Iberia le cedió varias operaciones en la conexión con Madrid, la aerolínea irlandesa fue la única que aumentó demanda.

La compañía más perjudicada por la agresiva política de precios de Ryanair está siendo Iberia. Desde que la low cost comenzó a operar en Lavacolla primada con fondos públicos, la firma española no ha dejado de perder pasajeros. Solo en 2011 se quedó sin más de 184.000. De ellos, 83.000 fueron en Peinador; 81.000 en Lavacolla; y 20.000, en Alvedro.

La expansión de Ryanair en la terminal Compostelana le permite presumir ya de ser capaz de mover más de un cuarto de todo el tráfico aeroportuario gallego. De los 4.722.935 viajeros que volaron desde alguna de las tres terminales en 2011, 1.158.257 lo hicieron en esta bajo coste.

Pero el espectacular crecimiento del aeropuerto de Lavacolla –superó por primera vez los 2,4 millones de viajeros anuales gracias exclusivamente a Ryanair– no ha repercutido en el tráfico general de Galicia, que prácticamente se mantiene estable. Como publicó FARO, las ayudas públicas solo han contribuido a que se produzca un trasvase de viajeros desde Peinador y Alvedro en favor de Lavacolla. En 2007 Galicia registró 4.722.935 viajeros; la cifra del año pasado fue incluso menor: 4.453.383. Esta pérdida no solo demuestra que la política aeroportuaria actual no ha contribuido a aumentar el número de viajeros en Galicia, sino que tampoco ha sido válida para frenar la competencia del aeropuerto de Oporto, que sige robando usuarios, principalmente a Peinador.

Trasvase de pasajeros

El propio Ministro de Turismo, José Manuel Soria, alertó esta misma semana que las compañías low cost "son pan para hoy y hambre para mañana" y lanzó un llamamiento a las comunidades autónomas para que no continúen financiándolas. "Si las compañías continúan operando con ayudas se producirá un trasvase del pasaje de las aerolíneas convencionales con tripulaciones estables", dijo. Esto es, según se deduce de las estadísticas de Aena, lo que se ha producido ya en Galicia.

Aunque oficialmente la Xunta solo estaría pagando por tres rutas en Santiago –Londres, Fráncfort y Milán por las que Ryanair habrá recibido entorno a siete millones de euros en 2013– lo cierto es que la política de la aerolínea es la de amenazar con retirar todas o casi todas las conexiones cuando las Administraciones se niegan a seguir inyectándole fondos. Si esto sucediera en Lavacolla, y en el peor de los casos, el aeropuerto de Santiago se quedaría actualmente sin la mitad de todo su pasaje.