La candidatura liderada por Abel Caballero obtuvo ayer el 75% de los votos que se traducen en 21 delegados en el congreso provincial que eligirá a los representantes en el Congreso Federal de febrero para decidir el nuevo líder del PSOE. El sector crítico se hizo con el 25% de los apoyos y siete delegados. La reunión socialista se prolongó durante más de cuatro en un ambiente de tensión.

"Estamos muy satisfechos con el resultado. La victoria es muy clara al obtener tres de cada cuatro votos de nuestros militantes; una vez más se constata que contamos con el respaldo de una abrumadora mayoría", aseguró ayer Angel Rivas, secretario de Organización, quien por la mañana había llamado a la participación. Al final, más de 700 militantes –de un censo de 1.500– acudieron a votar.

Curiosamente, ninguna de las candidaturas reveló durante su reunión a qué aspirante estaban dispuestos a apoyar como nuevo secretario general de los socialistas: Alfredo Pérez Rubalcaba o Carme Chacón.

La candidatura alternativa, liderada por Gonzalo Caballero, consideró el resultado "una victoria". "A pesar de todas las trampas y el objetivo del aparato político local de laminarnos, hemos resistido", aseguró antes de anunciar que recurrirían el proceso por el "manifiesto" incumplimiento" de las directrices marcadas por la dirección provincial. "Ni se permitió la presencia de apoderados en cada mesa ni se cerró la sede durante la votación", enumeró Gonzalo Caballero. El exalcalde Carlos Príncipe, por su parte, quiso ver una lectura positiva del cónclave: "Hoy resistir es vencer; en el futuro refundaremos el socialismo".

Tanto Príncipe como Gonzalo Caballero denunciaron la presunta presencia de gente no afiliada, que al verse descubierta "salieron escapados". También llamaron la atención sobre la "más que sospechosa" afiliación de inmigrantes.

El ambiente subió de tono hasta acabar en la denuncia de una agresión de un miembro de la candidatura oficialista a un apoderado del sector crítico que requiría la presencia de la Policía. "Le dio un empujón", apuntó Gonzalo Caballero.

Con anterioridad a la votación se debatió el informe sobre la gestión de los órganos federales personificada en Rodríguez Zapatero. Al final de las intervenciones se votó a mano alzada con un claro resultado de apoyo: 350 votos a favor y 100 en contra.

El siguiente punto se centró en las enmiendas a la ponencia marco del Congreso Federal en Sevilla. Aquí habló Príncipe, en su habitual tono crítico con la dirección socialista en todos los niveles (local, regional y federal) y Gonzalo Caballero, líder de la llamada "corriente alternativa", que reivindicó "transparencia" en el partido y más participación de las bases. Este punto registró el mayor número de intervenciones de los asistentes.

El alcalde y presidente del PSOE local habló en último lugar. Abel Caballero defendió la gestión de Zapatero "en tiempos muy complicados" , sobre todo porque "supo mantener los valores sagrados socialistas". Pero a juicio del regidor, el congreso de Sevilla brinda a los afiliados la oportunidad de "redefinir el futuro del partido" por lo que, apuntó, "el Partido Socialista debe salir reforzado. "Es el momento de las ideas de todos los militantes", agregó tras anunciar que defenderá en la capital andaluza la necesidad de que los socialistas "recuperen su histórica vocación municipalista".