La Concejalía de Hacienda tiene autorización desde ayer por la mañana para frenar cualquier gasto por encima de lo incluido en el borrador de presupuestos para 2012. El alcalde anunció el lunes la prórroga de las últimas cuentas municipales hasta conocer exactamente el efecto sobre los ingresos municipales que tendrán los recortes y los cambios fiscales impulsados desde Madrid. La moratoria se activó de fórmula automática el 31 de diciembre y desde entonces el ayuntamiento trabaja oficialmente con el presupuesto prorrogado del ejercicio anterior, cuando el volumen de fondos y la partida de inversiones eran superiores a lo anunciado para el presente ejercicio. Pero esta circunstancia no implica que se vaya a aprovechar todo el dinero disponible y, de hecho, el alcalde comunicó ayer a su gobierno que tendrá que trabajar aplicando el plan de recortes previsto en el borrador de las cuentas para este año ahora aparcado, con un descenso de casi seis millones de euros en el gasto corriente y otros 600.000 euros de ahorro en el personal de la Corporación.

La prórroga de las cuentas pospone la ejecución de las inversiones hasta la aprobación de un nuevo marco económico que el PSOE deberá pactar con el BNG para lograr mayoría en el pleno. Se salvan de esta suspensión los 6,5 millones en obra nueva que se adjudicaron en la última junta de gobierno de diciembre, pero al margen de estos proyectos, las concejalías tendrán que ajustar sus gastos a las partidas revisadas a la baja que incluía el proyecto de presupuestos para 2012 y cualquier desembolso que realicen desde ahora necesitará autorización de la edil de Hacienda, Raquel Díaz, quien ayer recibió por escrito instrucciones del alcalde para no movilizar ninguna partida que supere las previsiones de gasto que el lunes quedaron temporalmente paralizadas y que reducían un 3% los fondos de la administración local, de 226 millones de euros a 219.

Partidas reducidas

Esto supone que, por ejemplo, la Concejalía de Cultura no podrá disponer para la organización de las fiestas del próximo verano de los 730.000 euros destinados a este concepto en el año 2011 y tendrá que ceñirse a los 245.000 euros que contempla el borrador del presupuesto presentado por el alcalde en diciembre y que será rectificado.

El gobierno local trabaja con la previsión de que se reduzcan las partidas cedidas por el Estado correspondientes al fondo complementario, las subvenciones para el transporte y la recaudación de impuestos indirectos –IRPF, IVA o hidrocarburos–. Representan en torno a un 30% de los ingresos del consistorio, según cálculos municipales, motivo por el cual el gasto en todas las concejalías seguirá el mismo esquema que en el departamento de fiestas y se ajustará a los planteamientos de 2012.

El gobierno vigués aplicará esta misma dinámica en la partida destinada a la adquisición de bienes y servicios, donde mantiene su objetivo de ahorrarse en torno a 3 millones de euros gracias a la rebaja de los canones anuales que paga a las adjudicatarias de servicios municipales y con las que tendrá que negociar los plazos de pago.

"El volumen final de los presupuestos lo decidirá el gobierno de España porque es el que nos asigna el grueso de los ingresos", reiteró ayer Abel Caballero, que descartó "problemas relevantes" en el funcionamiento diario de la administración local y recordó que también la Diputación de Pontevedra decidió prorrogar sus cuentas ante las "incertidumbres generadas desde Madrid". "El señor Figueroa –portavoz del PP y vicepresidente de la Diputación– hace una cosa en Pontevedra y en Vigo nos exige lo contrario". Respondió a las críticas de que el gobierno vigués es "débil" advirtiendo que "la mayor debilidad política es la de Figueroa por ocupar el sitio de otra persona sin presentarse a las elecciones".