Un aparatoso incendio en la nave de Frigoríficos Berbés, situada entre Jacinto Benavente y Beiramar, sembró de incertidumbre buena parte de la ciudad. El fuego, cuya columna de intenso humo negro se podía apreciar desde todo el municipio y desde el otro lado de la ría, se declaró pasadas las 10.30 horas en la planta superior por causas que todavía se desconocen. Afortunadamente solo hubo que lamentar daños materiales, al quedar el cuarto piso completamente calcinado y no afectar al resto de las plantas ni a las empresas colindantes. La nave contaba en ese momento con solo diez empleados en su interior, ya que el resto de la plantilla –de alrededor de cien personas– se encuentra en Salvaterra, a donde Frigoríficos Berbés ha ido trasladando prácticamente toda la producción a lo largo de este año. Los diez trabajadores, la mayoría comerciales, estaban entre la planta tercera y la baja ajenos completamente a lo que estaba sucediendo hasta que recibieron el aviso de gente de la zona que divisó el humo, momento en el que ellos mismos evacuaron el lugar rápidamente. "Fui la última en salir, yo estaba sola en una entreplanta y me avisaron por teléfono de Frigoríficos de Vigo", explicaba muy nerviosa Nieves Rodríguez, una comercial con más de 40 años en la firma.

Su director gerente, Armando Gordejuela, que también estaba en la empresa en ese momento, se mostraba extrañado ante la posibilidad de que se hubiese producido un cortocircuito. "No había casi electricidad porque se estaba reparando una máquina que precisamente ardió la semana pasada sin causar ningún daño", decía sorprendido. Los propios empleados confirmaron que en la zona del incendio, en la planta cuarta, solo se almacenaba alguna máquina dedicada al procesado de pescados y ningún tipo de producto químico.

Policía y Bomberos registraron las primeras llamadas de alerta desde la Autoridad Portuaria a las 10.45 horas. Hasta el lugar se desplazaron seis vehículos de extinción con un total de 20 trabajadores de los parques de Teis y Balaídos, además de 14 patrullas con 30 agentes de la Policía Local que cortaron al tráfico Beiramar y las calles colindantes al lugar. Además, un helicóptero de la Nacional sobrevolaba la zona. La primera acción de los bomberos fue acceder por las propias escaleras interiores de la nave a la planta superior para tratar de sofocar las llamas desde allí. El intenso humo obligó a que utilizasen trajes autónomos y, aunque en un principio se especuló con que hubiese amoniaco almacenado, los propios bomberos y empleados de la empresa lo desmintieron. El intenso color negro del humo se debió a la combustión de aislantes como poliuretano, poliéster o fibra de vidrio, presentes en maquinaria y tuberías. A continuación comenzaron a operar el coche-escalera por la fachada de Jacinto Benavente –de donde obtuvieron el agua de la red municipal– y el brazo articulado y el vehículo nodriza por la cara de Beiramar –en este caso el agua procedía de la red antiincendios de la Autoridad Portuaria–. El propio Ignacio López-Chaves, presidente del Puerto, confirmó en el lugar que la empresa se encontraba "con poca actividad" .

Pasadas las doce de la mañana el alcalde de Vigo, Abel Caballero, confirmó que el incendio estaba controlado y, finalmente, se declaró extinguido poco después las 13.00 horas, aunque un retén permaneció todo el día en la zona vigilando que no se reprodujese. Ya por la tarde acudió la policía científica al lugar para realizar las primeras comprobaciones. Los bomberos indican que, a pesar de lo aparatoso, solo ha quedado dañada la cuarta planta y no el resto de la fábrica. "Gracias a que se originó en el piso superior, a que es de hormigón, y a que las naves colindantes son mucho más bajas, no se extendió y se pudo controlar fácilmente", explican.