La celebración hoy del Día de las Librerías en todo el estado tiene en Vigo un punto amargo: el anuncio del cierre de Plaxio, la librería instalada en el Museo Marco y un lugar de referencia para los arquitectos, diseñadores gráficos y demás artistas instalados en la ciudad. De este modo, a lo largo de los próximos dos meses –hasta que cese su actividad en enero– tendrá en liquidación todo su fondo bibliográfico.

El negocio inició su andadura al mismo tiempo que el propio museo, hace ya nueve años, y según manifiesta su responsable, Purificación Pérez, "no ha podido soportar más la crisis y la competencia de las grande superficies". Por este motivo, ya ha notificado a los responsables del museo su intención de abandonar la librería en enero pese a que la concesión del negocio figuraba hasta junio. "He tenido siempre una clientela muy fiel, un público joven vinculado profesionalmente con el mundo del arte, pero desde abril de este año el bajón de ventas ha sido brutal porque muchos han perdido su empleo", explica Purificación, que ha pasado de recibir una cincuentena de visitantes las tardes de los viernes –la de mayor afluencia– a apenas una docena. Además, reconoce que el mayor tiempo de permanencia de las exposiciones y la reducción de actividades didácticas en el museo tampoco le ha beneficiado.

Purificación es licenciada en Arte Contemporáneo y Moderno y seleccionaba personalmente cada nuevo libro que ponía en venta. "La figura del librero como tal va a desaparecer y los libros serán piezas de museo porque la gente se tira al consumo rápido y a los best sellers", lamenta. Así, critica el papel que juega la distribución sobre las pequeñas librerías: "A ellos les interesa vender en las grandes superficies, algún comercial me ha llegado a decir que no le compensa venir aquí y cada vez las condiciones que imponen son más duras: avales, un mínimo de ventas...", comenta Purificación, que considera su trabajo como "vocacional". "Di el paso a este negocio porque lo que me atrajo fue estar dentro de un museo contemporáneo", confiesa. En un futuro, le gustaría abrir un local "multidisciplinar en el Casco Vello", que funcione como galería de arte, sala de exposiciones y librería y donde no falten sus características piezas "retro" de "El Cachi Vache Vintage".