La construcción en Vigo es el sector más afectado por la crisis económica, al igual que en Galicia y en el resto de España. Al paro en constante aumento en este ramo se une el descenso tanto en el precio del metro cuadrado como en la venta de viviendas y, por consiguiente, en el número de tasaciones que se realizan cada mes junto al de hipotecas concedidas por las entidades financieras. La falta de confianza se asienta en un mercado con miedo a comprar, un problema que se une a las dificultades que pasa un buen número de aspirantes a tener un hogar en propiedad para conseguir el ansiado préstamo hipotecario. Según el estudio realizado por el Ministerio de Fomento, el precio del metro cuadrado en la ciudad olívica pasó de los 2.818,4 euros que se pagaban de media por una vivienda nueva en el primer trimestre de 2007, en pleno boom inmobiliario, a los 2.173,8 que se abonaban en junio de este mismo año. La diferencia, de 644,6 euros, supone un descenso del 23 por ciento en el coste de los pisos de nueva construcción.

Este bajón en los precios también se ha dejado notar en las viviendas de segunda mano, aunque con un poco menos de intensidad. Así, se ha pasado de pagar un máximo de 2.000 euros por metro cuadrado a los 1.689 actuales, lo que supone un descenso de un 15 por ciento entre la cifra más elevada que se llegó a abonar en 2007 y el momento presente.

Compraventas

Pero no solo el descenso del precio del metro cuadrado da buena muestra del parón que atraviesa el sector inmobiliario en la ciudad. A este factor se une la disminución en las compraventas, tanto de vivienda nueva como usada, y también en la realización de tasaciones.

De esta manera, los datos aportados por el Ministerio de Fomento revelan que las tasaciones de viviendas han descendido en picado. Así, el estudio revela que en todo 2007 se realizaron en Vigo un total de 3.687 tasaciones inmobiliarias, mientras que en los seis primeros meses de 2011 se contabilizaron 651. Si los números no se recuperan, el actual ejercicio acabaría con unas 1.300 tasaciones, lo que significa casi dos tercios menos que las registradas que en plena vorágine inmobiliaria.

Es el piso nuevo el que más nota, en este caso, la crisis. Por eso el paisaje de la ciudad también ha cambiado considerablemente al desaparecer los centenares de grúas que jalonaban las vistas panorámicas. En el primer trimestre de 2011 solamente se realizaron diez tasaciones de construcciones a estrenar, cifra que ascendió hasta las 26 en el periodo de abril a junio. Esto significa que tan solo cinco de cada cien tasaciones fueron de pisos recién acabados, mientras que el 95 por ciento restante se correspondieron con hogares de varios años de antigüedad.

En cuanto a las compraventas de viviendas, los datos del Instituto Galego de Estatística (IGE), que a su vez toma de Fomento, sobre las transacciones inmobiliarias son también buenos indicadores de las consecuencias de la crisis económica. Así, durante 2007 un total de 3.182 viviendas cambiaron de manos en la ciudad de Vigo. De ellas, 1.470 eran de nueva construcción y las 1.712 restantes, de segunda mano. Sin embargo, en los dos primeros trimestres de 2011 se vendieron solamente 606 hogares, 180 nuevos y 426 usados.

Si la proyección continúa en la misma dirección durante el segundo semestre, el año acabará con apenas 1.200 viviendas compradas y vendidas en el municipio. Son cerca de 2.000 menos que en 2007, lo que significa un bajón del 62 por ciento.