"Por una sanidade pública e contra os recortes". Bajo este lema se celebraron ayer diferentes manifestaciones y concentraciones en cada área sanitaria de Galicia. Vigo encabezó las movilizaciones, convocadas por la Plataforma en Defensa da Sanidade Pública y por las juntas de personal de cada zona, con una protesta en la que, además de estas reclamaciones, se añadió la petición de "un nuevo hospital 100% público". "Queremos un hospital, non una sucursal", corearon los asistentes.

Además de representantes y miembros de los sindicatos UGT, CC OO y CIG, dirigentes del PSOE y del Bloque no faltaron a la cita. Entre ellos, el alcalde, Abel Caballero, y concejales de su gobierno; los diputados socialistas Abel Losada y Modesto Pose, la senadora Carmela Silva; los nacionalistas Guillerme Vázquez, Olaia Fernández Davila o Henrique Viéitez entre otros.

Aunque la organización y la Policía Local coincidieron en cifrar la afluencia a la manifestación en 10.000 ciudadanos, cálculos realizados por observadores independientes no superaban los 3.000 manifestantes. La marcha partió del Hospital Xeral pasadas las ocho de la tarde y se prolongó durante una hora por Gran Vía, Urzáiz y Colón para finalizar frente al edificio de la Xunta.

Allí Ángel Cameselle (presidente de la junta de personal de Vigo) y Manuel González Moreira (de la CIG) leyeron un manifiesto en el que advirtieron que la de ayer fue la primera de una serie de movilizaciones para defender "un hospital público y sin recortes". Durante el recorrido se hizo alusión a la cifra de 900 camas para el nuevo centro hospitalario que aparecía la página web de una consultora de la concesionaria. A lo largo del trayecto, se corearon cánticos contra la conselleira, Pilar Farjas –para la que reclamaron la dimisión–, y contra el presidente de la Xunta, Núñez Feijóo.

Los sindicatos (a excepción de los que representan a los médicos, que se abstuvieron de apoyar la protesta) denunciaron lo que consideran "ataque" a la sanidad pública y alertaron de que "está en peligro" a la vista de los números de las listas de espera. También denunciaron lo que a su juicio son urgencias saturadas, dotaciones insuficientes o mermas en las plantillas.