La Mancomunidad vive el peor momento desde su creación en 1992 por el enfrentamiento entre los alcaldes del PP y el presidente de la entidad, el regidor vigués Abel Caballero. Al margen de esta pugna, la actividad del organismo tiene una escasa repercusión pública pese a concebirse como el embrión metropolitano y representar el único foro en el que se reúnen periódicamente los mandatarios de los 12 concellos integrados. La gerente Erika Jaráiz, cuyo nombramiento desencadenó el último conflicto al defender los populares que Caballero tendría que haberlo consensuado, defiende que la Mancomunidad "es muy útil" pese a que no se le transfirió ninguna competencia. "Es una agencia de desarrollo del territorio y beneficia mucho a los concellos", asegura.

–Los alcaldes de concellos del PP no ven beneficio alguno. ¿Tiene alguna utilidad?

–Sí es muy útil, lo ha sido durante todos estos años y en un momento de crisis aún lo es más. La Mancomunidad ha servido de agencia de desarrollo de todo el territorio en aspectos muy relevantes como la promoción de empleo, el turismo y los servicios sociales, y está llamada a hacer una función aún más importante con nuevos proyectos, la creación de sinergias y la cooperación para ahorrar costes a los ayuntamientos.

–Sin embargo no ha asumido ninguna competencia, uno de sus objetivos fundacionales. ¿No cree que ha fallado por este lado?

–Las competencias solo son asumibles si todos los ayuntamientos quieren. Probablemente había esa intención, y es cierto que no se desarrollaron por diversos motivos y porque no hubo voluntad por parte de todos los miembros, pero eso no quita que la labor en muchos campos de forma voluntaria, aun sin asumir competencias, se haya realizado de forma importante. La Mancomunidad genera muchos beneficios para los ayuntamientos.

–¿Por ejemplo?

–Pues por ejemplo Fornelos aporta menos de 2.000 euros al año pero recibió a cambio una plataforma electrónica por valor de más de 500.000 euros que tiene 250 procedimientos para los ciudadanos. Le compensa. Los concellos de la Mancomunidad aportan 390.000 euros al año, de los que casi el 70% son de Vigo, y solo en 2010 a cambio recibieron, 800.000 euros de inversión.

–¿Tiene sentido que continúe cuando parece estar en ciernes el Área Metropolitana?

–El Área es un tema de futuro y nos interesa el presente, los proyectos que tenemos encima de la mesa. El futuro de la Mancomunidad dependerá mucho de lo que ocurra con la Ley del Área, que contempla la posibilidad de integrarla, lo cual tendría sentido, pero todo estará en función de cómo quede la ley y de la voluntad de los miembros que componen la Mancomunidad.

–¿Está lastrando su funcionamiento la crispación política entre los alcaldes?

–Hay un clima de confrontación política a nivel de toda España agravado por el momento preelectoral, pero no creo que la Mancomunidad sea un frente especial.

–En la primera sesión faltaron los alcaldes del PP, y en la segunda hubo confrontación...

–La política tiene espacios para la crítica y forma parte de la arena política que existan estas confrontaciones. Pero creo que la Mancomunidad tiene mucho que jugar. Es sinónimo de austeridad en la gestión de los servicios públicos. Personalmente voy a intentar aprovechar las sinergias y conseguir que podamos llevar a cabo el trabajo en un clima de coordinación. Cómo funcionará o lo que será la Mancomunidad dependerá de la voluntad de sus miembros.

–¿Percibe riesgo de ruptura?

–No lo veo. Desde mi puesto intentaré ganarme la confianza de los alcaldes y responder por igual a todos los ayuntamientos, conseguir proyectos en común y hacerlos efectivos.

–¿No le parece que hay demasiados organismos públicos con las mismas funciones y existen duplicidades?

–Los diferentes niveles de la Administración le permiten estar más cerca de los ciudadanos, pero lo que se reclama no es tanto la desaparición como una mayor cooperación y concertación para incrementar la eficacia y eficiencia en el gasto público.

–¿Qué proyectos tiene para este curso la Mancomunidad?

–En cuatro años hicimos bastantes cosas pese al momento de recesión. Lamentablemente hemos perdido la Unidad de Promoción y Desarrollo al no renovar la Xunta la subvención, y hubo recortes en fondos europeos, pero tenemos proyectos como el de interpretación ambiental del Sendeiro das Greas y un plan de medios on line para la mejora de la plataforma de turismo.