Con los embalses gallegos a menos de la mitad de su capacidad y restricciones en el consumo de agua en algunos municipios, todo indica que 2011 pasará a la historia como uno de los años más secos en la Comunidad. Como adelanto, el balance del año hidrológico, que arrancó el 1 de octubre de 2010 y finalizó el pasado 30 de septiembre, sitúa ya a la Galicia entre las comunidades españolas con un mayor déficit de lluvias. A la sequía se suma un verano y sobre todo una primavera más cálidos de lo normal, dos factores que están haciendo de este 2011, en opinión de los expertos, "un año excepcional".

El déficit hídrico en Galicia supera el 25%, a pesar de que en el conjunto del país se registraron incluso un 4% más de precipitaciones que la media desde que existen registros. "En el último año llovió entre el 50% y el 75% de lo habitual, sobre todo en A Coruña. En general, toda Galicia está por debajo de los registros normales", resume Francisco Infante, delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Galicia. Solo en Ourense y en la franja más oriental de Lugo los datos de la Aemet indican registros ligeramente por encima de la media, una desviación a la que Infante resta importancia y vincula posiblemente con el "superávit de lluvias" del otoño y el invierno.

La sequía en Galicia se concentró en las dos últimas estaciones, con un verano con pocas lluvias "aunque dentro de lo normal" y una primavera "excepcionalmente seca". "Está siendo un año atípico y en cierto modo excepcional. Pero sobre todo lo que ha sido extraordinario es la primavera, mucho menos lluviosa de lo que es habitual en Galicia", explica Infante.

En cuanto a las temperaturas, el delegado territorial de Aemet considera que "todo hace suponer", a la espera de lo que pueda ocurrir en este último trimestre, "que 2011 será otro año cálido en Galicia". "Y ya llevamos varios seguidos", añade Infante, quien reconoce la influencia del "calentamiento global" sobre la tendencia detectada en los últimos años en la comunidad a una subida de las temperaturas.

Como ejemplo más próximo, cita el mes de septiembre —el más caluroso de los últimos 48 años y durante el que las temperaturas medias fueron hasta dos grados superiores a los valores normales— que cedió el testigo a un octubre que en su primera semana ha batido ya registros históricos. Los 31,4 grados de máxima que alcanzaron los termómetros en A Coruña el pasado domingo son una muestra clara de que las estaciones ya no se ajustan con exactitud al refranero.