De festejar su victoria en las urnas a defenderse de acusaciones de ilegalidad. Apenas cinco meses después de haberse hecho con la Pedanía de Bembrive tras 14 años ininterrumpidos de gobierno popular, el socialista Roberto Ballesteros se ve en el centro de la actualidad política. Una mujer a la que él mismo califica como "antigua colaboradora" le ha acusado de tráfico de influencias y licencias desde su puesto de funcionario en el Concello. Para probarlo la denunciante aportó pantallazos de conversaciones en Facebook en las que Ballesteros supuestamente llega a ofrecer "ayuda" en unas oposiciones a cambio de sexo.

–A usted se le acusa de traficar con licencias de obra, tratos de favor para entrar en el Concello a cambio de votos, obtención de información sobre exámenes para acceder a puestos de trabajo... ¿Reconoce esas prácticas?

–Esas acusaciones son falsas. Yo en mi vida he cobrado ninguna comisión absolutamente por nada y no hay prueba de que lo haya hecho nunca. Cobrar comisiones no es mi trabajo ni tiene nada que ver con mi labor en el Concello. Eso pueden atestiguarlo las cientos de personas que he atendido a lo largo de los últimos años. Y quiero dejar una cosa clara: a día de hoy no he recibido todavía la notificación de ninguna denuncia, de eso me he enterado por los medios de comunicación. La única denuncia que me consta es la que he presentado yo mismo por estas acusaciones.

–Quienes le acusan aportan como prueba unos "pantallazos" de conversaciones mantenidas en Facebook en las que usted da a entender a una conocida que estaría dispuesto a ayudarla en unas oposiciones.

–Esas conversaciones se mantuvieron a través de un chat privado y son, la mayoría, completamente falsas. Yo estoy esperando a que me demuestren esas acusaciones porque hechos de ese tipo ni los hay ni los va a haber. Son todo mentiras. Lo que sí he demostrado y ratificado en el expediente informativo que me abrió el Concello es que la mujer con la que mantenía la conversación suspendió el primer examen de la oposición y ni siquiera pasará al segundo. ¿Qué ayuda le pude prestar yo? Ninguna. Entre otras cosas porque no formo parte de ningún tribunal, no conozco a sus miembros… Yo soy un auxiliar administrativo, nada más. Las pruebas están ahí y se pueden comprobar en el listado.

–En esa conversación usted propuso un "revolcón" a cambio de ese trato de favor.

–Se trata de una charla con una amiga de toda la vida, a la que me une una amistad tremenda y con la que incluso mantuve una relación en el pasado. Son conversaciones en un tono de amistad, broma y buen rollo. La gente que me conoce y trata a diario sabe perfectamente cómo soy y nos expresamos. Las conversaciones aportadas son entre compañeros, la mayoría de trabajo. A esa mujer, que fue mi pareja, le dije que sí como se lo digo a todo el mundo, pero repito que la mejor prueba está en que suspendió el examen.

–¿A la opinión pública puede resultarle difícil entender ese "tono entre amigos"?

–A veces cuando uno charla en tono distendido con una compañera... se dicen cosas, pero la mayoría de las veces son en tono de auténtica broma. En todo esto hay muy mala fe y es necesario conocerlas enteras, no un simple fragmento para entenderlas. Y digo otra cosa: esas conversaciones estuvieron por todo el Concello y hay que pensar en las otras personas implicadas.

–¿Qué explicación da entonces a las acusaciones?

–Esto es una vendetta contra mí que se inició a finales de junio. Una colaboradora de mi campaña se ha aprovechado de mi confianza. Tenía acceso a mi cuenta de Facebook oficial y ha capturado conversaciones y correos privados. Mis amigos, mi familia, mi mujer... reciben anónimos día tras día en su puesto de trabajo con esas conversaciones. Yo mismo tengo el maletero del coche lleno de sobres enormes. El objetivo es desprestigiarme, hacerme daño, desmoralizarme y aburrirme para que renuncie al puesto de alcalde pedaleo en Bembrive.

–La tensión que se vivió en el pleno del miércoles, en el que se debatía una moción de reprobación contra usted, demuestra que la cosa va más allá de una simple cuestión personal.

–En una situación normal el PP no hubiese presentado esa reprobación: dicen que lo hacen por la imagen de Bembrive y convocan a los medios. La de ayer era una reprobación sin sentido. Soy consciente de que la persona que supuestamente me ha denunciado se ha reunido con el PP de Bembrive. El proceso judicial lo he abierto yo y, como tengo las pruebas, voy a por todas con todas las consecuencias, cueste lo que cueste.

–¿Por qué ha solicitado la baja de militancia en el PSOE y el traslado de su labor como funcionario municipal?

–Solicité mi suspensión cautelar como militante del partido porque no quería involucrarlo en una denuncia que interpongo a nivel personal. Cuando se arregle esto volveré a ser un militante más del PSOE y en lo que el partido disponga. Mi traslado de puesto de trabajo… Lo hice porque necesitaba salir del entorno porque necesitaba desconectar del asunto.

–Usted señaló la presencia del PP tras las acusaciones.

–El PP no tiene asumida su derrota en las urnas y la decisión del pueblo el 22 de mayo. Han demostrado que quieren hacer carnaza de esto y la prueba está en que presentaron una reprobación al alcalde pedáneo sin ninguna prueba. Recuerdo que la única persona denunciada ante la Fiscalía es el ex alcalde pedáneo. Y cuando tuvimos conocimiento de ese caso los grupos que formábamos la anterior corporación –PP, PSOE y BNG- le dimos nuestro apoyo sin pretender hacer carnaza, como lo pretenden ellos ahora. Solo quieren cansarme para que tire la toalla y cada día que pasa pienso más que el PP de Bembrive tiene parte en esto.

–¿Se plantea denunciarlo a él también?

–Sí, por supuesto. Como ya he dicho me defenderé hasta las últimas consecuencias.

–¿Qué le dicen los vecinos de Bembrive?

–La gente, al margen de su ideología, me dan constantemente ánimos. Me siento arropado y creo que se que demostró ayer [por el miércoles] en el Pleno: sin ningún acto organizado y de forma espontánea numerosos vecinos me apoyaron, me arropan a la salida del pleno e incluso después a la puerta de la cafetería a la que voy. Es algo que me emociona y llena de satisfacción.

–¿Cómo afecta esto a su entorno familiar?

–En política no vale todo y en cualquier caso la política es la política y la vida, vida. Mi mujer y mis padres no se merecen esto. Me pueden enjuiciar por mi gestión pero no por mi vida personal. En este sentido creo que parte de la prensa ya me ha hecho un juicio sin pruebas, simplemente basándose en sospechas y conversaciones de lo más privado. Mi error fue la ingenuidad: soy tremendamente confiado, ese es mi grandísimo error, y por confiar en las personas aveces me pasan estas situaciones.