Estebana entra agarrada a su madre por la puerta principal del Hospital Xeral. Faltan diez minutos para las siete de la tarde, hora a la que puede visitar –durante quince minutos– a su único hijo, Isaac, que permanece ingresado en la UCI en estado "muy grave" desde la madrugada del domingo tras caerse al mar durante un botellón en As Avenidas. Pese a los complicados momentos que atraviesa la familia con motivo del trágico accidente que sufrió el joven, su madre y su abuela –las únicas personas que viven con él– muestran una actitud muy positiva y afirman tener depositadas "muchas esperanzas" en su recuperación. Esperan ansiosas a que despierte. "Estamos deseando tenerlo en casa cuanto antes, riñendo y protestando como siempre", confiesan a FARO.

El parte oficial no revela mejoras desde que el joven ingresó en el hospital, hace tres días. No obstante, la familia de Isaac confía en que el chico, "joven y fuerte", salga adelante. Las secuelas del accidente todavía se desconocen. "No sabemos cuándo lo subirán a planta. Los médicos nos dicen que hay que esperar a que despierte para ver cómo reacciona y qué daño cerebral puede tener", explica la progenitora del vigués hospitalizado. "Le están retirando la sedación poco a poco y le han hecho un TAC cerebral. Se pensaba que la afectación cerebral podría ser mayor, aunque es muy pronto para decir nada. Tenemos que esperar a que despierte. En cuanto al corazón y a los pulmones, parece que evolucionan bien", agrega la abuela, que también se llama Estebana.

Tanto ella como su hija apuntan al alcohol como la principal causa del accidente que sufrió I.A.S. "Se pasó bebiendo", reconocen. "Ya le advertimos muchas veces que no bebiese tanto. Ahora se ve el botellón como algo normal y pasan estas cosas", lamenta la abuela del joven.

Con una media sonrisa, la madre de Isaac recuerda el nacimiento de su hijo, hace 21 años precisamente en el Xeral, donde ahora lucha por seguir con vida. Nunca antes había estado hospitalizado.

Estebana no olvida el aspecto de Isaac cuando llegó al hospital. "Sus ojos estaban tapados con una venda, porque los tenía abiertos como platos, suponemos que debido al impacto con el agua", comenta.

Rescate

Aunque todavía no se han puesto en contacto con el vigilante del Club Náutico que rescató a Isaac, le están "muy agradecidas". "Se lo estaremos toda la vida. Si el guardia de seguridad no lo hubiese visto, seguramente no estaría vivo", opina la abuela del joven, quien también destaca la labor de uno de los amigos de su nieto, Omar, que estaba con él en el botellón y ayudó al vigilante en el rescate. "Al parecer, los amigos escucharon un ruido muy fuerte y se acercaron al mar. El guardia lo había visto y tardó muy poco tiempo en retirarlo del agua", suspiran. Pero los escasos minutos que Isaac pasó en el mar no impidieron que sus pulmones se encharcasen. "Aunque tragó mucha agua, sus órganos evolucionan bien. En dos días ha mejorado", expresan los familiares directos del joven herido.

Los hechos ocurrieron en torno a las cinco de la madrugada del domingo. Pese al estado de gravedad de I.A.S., su madre y su abuela consideran que, dentro de lo que cabe, han tenido "suerte" debido a que el vigilante lo vio caer y a la rapidez con la que actuó tanto él como el amigo del herido.

Minutos después llegó una ambulancia del 061 con un médico, un enfermero y dos técnicos de transporte sanitario. Los profesionales tuvieron que reanimar a Isaac durante una media hora aproximadamente hasta que recuperó el pulso. Luego lo trasladaron al servicio de Urgencias del Hospital Xeral, donde actualmente permanece ingresado en la UCI.