La solución de derribar solo las dos plantas superiores del edificio de Churruca que ocupa los números 3 y 5 satisface y tranquiliza tanto a los inquilinos como al denunciante. Los residentes recibieron con alivio la noticia adelantada ayer por FARO de que el Concello ha iniciado el proceso administrativo que supondrá el derribo, exclusivamente, de los pisos décimo y undécimo para tratar así de legalizar la construcción, afectada por una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que obliga a demoler parcialmente desde la planta cuarta a la última.

"Preferiríamos que no hubiese que destruir nada, pero si solo afecta a esos dos pisos es un mal menor", reconoce Elena, una vecina que confiesa sentirse "más tranquila" si se ejecuta solo esa parte porque evitará los desalojos de toda la comunidad. Por su parte, Manuel Dopico, abogado que interpuso la denuncia en 1997 en nombre de su mujer, reitera su conformidad con esta solución pero insistirá a la sala "para que se cumpla la fecha comprometida" –el 15 de octubre– después de que el Concello haya admitido que no estará en disposición de hacerlo hasta como mínimo dentro de tres meses. "El Ayuntamiento demuestra su negligencia. Hace meses que sabía cual era la fecha tope, por lo menos que contrate ahora la demolición de las plantas superiores de urgencia", reclama.

Sin embargo Dopico es consciente de que "por mucho que insista ante el TSXG" difícilmente se tirará antes del 15 de octubre. El piso que habita el matrimonio Dopico da por un lado a la Plaza de Portugal y, por el otro, a las dos plantas superiores del edificio de Churruca que les resta luminosidad y vistas (al parecer, pertenecen al promotor, que las habita ocasionalmente). Por este motivo, su denuncia se centró desde el primer momento en estas dos plantas que superan la altura máxima permitida y no en el resto de la promoción que, reconoce, "desconocía que también era ilegal". Según Dopico, fue la propia promotora quien, siguiendo una estrategia de su letrada, indicó al TSXG que toda la obra era ilegal con la expectativa de que ante semejante magnitud el tribunal tomase la decisión de no hacer nada. En cambio, el resultado de la sentencia fue justamente el contrario.

Los vecinos aseguran que su primera noticia del litigio fue la carta del TSXG aparecida en sus buzones en el mes de junio. Ahí comenzaron sus reuniones con la Gerencia de Urbanismo y Manuel Dopico, en las que consiguieron que el propio abogado se dirigiese al TSXG para manifestar su conformidad con el derribo solo de las plantas superiores. "He llegado a oír que aceptamos esa solución porque existe una compensación económica de por medio, cosa que es totalmente falsa", aclara el letrado.

De momento el TSXG todavía no ha notificado su conformidad con que se ejecute solo una parte de la sentencia –las plantas superiores– para dar por legalizada la construcción. Precisamente la Gerencia de Urbanismo acaba de remitirle un informe en el que se incide en la dificultad técnica de cumplir la sentencia en su totalidad sin afectar a la estructura del edificio.