El aeropuerto de Santiago mueve a casi la mitad de sus viajeros en conexiones de bajo coste, proporción que en el caso de Peinador apenas alcanza un 10%. Estos datos ayudan a entender que Lavacolla sea la única terminal que gana pasajeros en plena crisis mientras_A Coruña y Vigo pierden competitividad.

El Gobierno gallego apostó en 2005 por favorecer la implantación de líneas low cost en el aeropuerto de la capital y pese a la constitución del Comité de Rutas en 2009 para facilitar un reparto más equitativo entre las tres terminales de la comunidad la situación no ha variado en exceso. A la Xunta le resultó mucho más sencillo y asequible renegociar el contrato con Ryanair para garantizar tres enlaces desde Santiago que propiciar una nueva conexión desde Alvedro o Peinador. Esto explica que con 800.000 euros asegurase a Santiago enlaces con Frankfurt, Londres, Ginebra, Milán –en sustitución este año de Roma–, París y Zúrich –estos dos últimos asegura que los pone Vueling sin ayudas– cuando los 1,2 millones de inversión destinados a Peinador solo permitieron establecer la ruta nacional a Sevilla más la internacional de Bruselas cuya baja ocupación ha llevado a la Secretaría Xeral de Turismo a replantearse su continuidad. El Concello de Vigo completó la oferta destinando 650.000 euros al vuelo a Londres, cuyo contrato expira también en octubre y hay que renegociar.