La gran apuesta de la Xunta para fortalecer el sistema aeroportuario gallego y evitar la competencia entre las tres terminales fue un fiasco. El Consejo General del Comité de Rutas, del que forman parte el Gobierno gallego, los ayuntamientos, dirigentes de Aena y representantes de los empresarios y las cámaras de comercio, solo se reunió en dos ocasiones: para constituirse, en septiembre de 2009, y para escenificar su inoperatividad el 16 de noviembre pasado. Ese día los alcaldes de Vigo y A Coruña se levantaron de la reunión al entender que el reparto de vuelos propuesto por el organismo consolidaba los privilegios de Santiago, donde se promocionan actualmente seis vuelos internacionales frente a uno solo que recibe ayudas en Peinador y otro en Alvedro. Su propuesta para 2011 consistió en consolidar la oferta de 2010 con el único cambio de Milán por Roma desde Lavacolla.