Quizás no sea el más ostentoso, pero sin duda que no hay barco de pasaje en el mundo más exclusivo. Y es que el crucero-residencia The World es eso, una lujosa residencia de apartamentos sobre las olas que se traslada por todos los mares del mundo para disfrute de sus propietarios, que hoy se van a depertar en la ciudad de Vigo.

Ser dueño de uno de los apartamentos del The World está tan solo al alcance de economías privilegiadas. A este edificio flotante le dan forma 165 unidades residenciales, entre estudios y apartamentos entre 27 y 301 m²., que fueron vendidos a partir de medio millón de euros, aunque las más grandes, dotadas con todos los adelantos imaginables, alcanzan en la actualidad un coste cercano a los once millones de euros. Cada una de estas últimas estancias está integrada por tres camarotes tipo suite, equipados con baño, cocina, salón, comedor y terraza con jacuzzi.

Este revolucionario concepto de crucero fue acuñado a comienzos de 2000 por el armador noruego Knud Kloster Jr., miembro de una arraigada familia de empresarios de la industria crucerística. En este barco el pasajero viaja rodeado del máximo confort posible, y nunca mejor dicho, en su propia casa, como y cuando quiera, sin tener que preocuparse de si hay o no plazas disponibles en el barco. Simplemente porque él es uno de sus propietarios. Y lo hace muchas veces en compañía de familiares e invitados que recorren el mundo, decidiendo ellos mismo cuándo y dónde se suben y abandonan su barco.

Por otra parte y como en cualquier comunidad de vecinos, la propiedad soporta una serie de gastos comunitarios como luz, limpieza, combustible y salarios de una experta tripulación, que suponen un desembolso mensual de aproximadamente 15.000 euros, una cantidad que probablemente no representan obstáculo para unas economías de auténticos millonarios.

Los espacios públicos del The World no difieren en esencia de los que ofrece cualquier nave de cruceros de sus características. Quizás sorprenda, eso sí, encontrarse a bordo con tiendas de ultramarinos y delicatessen y un centro de enseñanza en el que se imparten clases tan dispares como cocina, navegación, baile, informática, música o fotografía.

Por lo demás, el buque está equipado con centros de salud y belleza, gimnasio, boutique, casino, piscina, spa, cancha de tenis reglamentaria, simulador de golf, cine-teatro, biblioteca, salas de baile y cuatro restaurantes a cargo de renombrados chefs que facilitan la posibilidad de ir a comer o a cenar "fuera".

Según fuentes de la consignataria Bergé Marítima, The World llega hoy a Vigo con 144 pasajeros a bordo, la mayoría estadounidenses y británicos, que viajan atendidos por 265 tripulantes, representando un ratio de 1,84 tripulantes por pasajero, único en el mundo de los cruceros. Y arribará procedente de Bilbao pero sus próximos destino lo llevarán a Lisboa, Motril, Valencia, Palma y Marsella. Luego continuará circunvalando el mundo a través de exóticos enclaves del Indico, lejano Oriente y Australia.

La exclusiva nave coincidirá en puerto con el Azura, un megacrucero que casi triplica en tonelaje al barco-residencia y que se espera con 3.200 pasajeros y otros 1.250 tripulantes. Pero, al menos en este caso, el tamaño no es lo que importa.