Un tesoro enterrado detrás del MARCO y decenas de niños implicados en la ardua tarea de ayudar al aventurero Jim Hawkins a encontrarlo. La calle Londres se convirtió ayer en una auténtica isla del tesoro donde la compañía Teatro Gorakada, a través de los actores que la integran y un simpático clan de "monicreques", invitó a los más pequeños a descubrir por sí mismos la cara del bien y del mal entre sus bondadosos amigos y los temibles piratas, como el maléfico John Silver.

Con un guión fiel al clásico del escocés Stevenson pero adaptado a los tiempos y a un público en miniatura, "Jim en la isla del tesoro" provocó momentos de intriga entre las filas de niños que se agolparon para presenciar la búsqueda del tesoro y también de baile, al son de las canciones que interpretaron los Gorakada. El mismo escenario al aire libre acogerá representaciones infantiles hasta el sábado.