La imagen que proyectan los ídolos. Ese tema parece haberle interesado a James Blunt, quien hizo su tesis de fin de carrera en la Universidad de Bristol sobre cómo se construyen socialmente los ídolos de pop. Pero aun con el esmero con el que parece tratar su imagen, con un nuevo y pulcro look que parece responder a una estrategia de marketing, durante el día de ayer la imagen que dio fue otra, alejada de cualquier atisbo de divismo pop. Por la tarde, ya se le había podido ver paseando en bici por la zona, torso al aire, y tomando unas tapas en la cafetería del Mar de Vigo. El concierto empezó con el cantante acercándose al escenario entre los asientos del público, metiéndose en el bolsillo a una audiencia que creía haberlo reconocido un rato antes en una sombra que se acercaba a unos teclados situados delante de un complejo e impactante dispositivo luminotécnico que empezó proyectante un paisaje urbano. Junto con las excusas que pedía al público por no saber hablar bien castellano –a pesar de lo cual cantó el estribillo de "Carry Your Home" en este idioma–, a lo largo de la jornada lo que proyectó fue más bien de proximidad y modestia.

"So Far Gone", "Dangerous", "Billy" y "Wiseman" fueron las encargadas de empezar el concierto. Tempos animados que acabaron de entusiasmar a un público entregado desde el comienzo y que hizo pequeño el aforo del nuevo auditorio. Antes de empezar con el bloque de canciones lentas con un "Carry your home" que abrió la sesión karaoke del concierto con el público cantando en coro, y tras pedir perdón por no hablar castellano, se refirió a la estética y confort de los asientos verdes del auditorio. Amenazó con acabar dejándolos inoperantes y poner al público en pie. Así acabó siendo, gracias a canciones como "Turn Me On" o la cacareada "You´re Beautiful"que hizo delirar al gentío, en un concierto cuya demanda y ambiente parecía más apropiado para un escenario al aire libre como el de Castrelos (que iba a albergar en un principio el concierto) que con un auditorio cerrado que demostró ayer buena acústica.

El Auditorio Mar de Vigo fue el escenario del único concierto de James Blunt en toda la península de la gira de presentación de su último disco. "Some kind of trouble" es el tercer álbum de Blunt, cantante famoso sobre todo por el éxito de la canción "You´re beautiful" ("Back To Bedlam", 2004). Se propone demostrar que no es cantante de un solo éxito y, después de la discreta repercusión de "All The Lost Souls" (2007), segundo álbum de Blunt que así y todo vendió cinco millones de copias, afrontó con optimismo la grabación de este nuevo trabajo después de una pequeña crisis creativa que resolvió espontáneamente en un estudio en Londres bajo la dirección de Tom Rothrok y Linda Perry (productora de artistas como Pink, Christina Aguilera, Gwen Stefani o Alicia Keys entre otros). Optimismo que salpica el tono y las letras de su nuevo disco con respecto a los anteriores, como declaraba en una entrevista de Elena Ocampo para este periódico. Optimismo tratado en el disco bajo la vitalidad edulcorada del "soft-rock", la autoindulgencia de baladas como "Best laid plans" o "No tears" y con la vocalidad propia del género: lánguido, tendiendo a la voz blanca y cándida del falsete, su canto en las baladas parece contagiado del ligero temblor nervioso que anticipa el sollozo. Pero en directo optó por lo más movido: "Dangerous", "These are the words", "I´ll be your man" y "Turn me on", cortes que suponen de lo más enérgico del disco, fueron los únicos representantes de este nuevo trabajo junto a "If time is all I have". Priorizando los tempos rápidos en pos de la energía del directo, la balada sirvió más para promover la participación colectiva que para recrearse en la melancolía, como demostraron los momentos de karaoke y, sobre todo, la euforia de una treintena de personas escapadas de sus asientos para acompañar a James Blunt sobre el escenario para cantar la balada "Into the dark" hacia el final del concierto.