El Concello desmiente que no esté colaborando con la celebración de O Marisquiño, como denunció ayer la organización del festival. La concejala de Cultura y Fiestas, Isaura Abelairas, asegura estar "sorprendida" por dichas acusaciones y replica que el departamento que dirige "sí cumplió" con el evento. "Aportamos más de 150.000 euros para la celebración del concierto de Bad Religion (14 de agosto en el Auditorio de Castrelos) que se integra dentro del festival, y que era el compromiso adquirido", afirma.

Abelairas garantiza que no recibió ninguna "queja formal" por parte de los organizadores del evento, que llega este año a su undécima edición y que está previsto que se celebre entre el 12 y el 14 de agosto en la zona de Montero Ríos. "Cumplimos escrupulosamente el compromiso que la organización había adquirido con el anterior concejal de Cultura (el nacionalista Xesus López) y que era que el Concello aportaba el concierto", explica la edil socialista.

"Me parece una irresponsabilidad suprema decir que el Concello no está aportando nada cuando no solo se invierten más de 150.000 euros, sino que se cumplió escrupulosamente con lo pactado", recrimina la concejala de Cultura y Fiestas.

Los organizadores del festival no solo denunciaron que el Concello no aportaba dinero, sino que criticaron también no sentirse respaldados por los representantes políticos. "Este festival promociona la ciudad, atrae cultura y turismo y por eso da pena que los responsables municipales no apoyen el evento", manifestaron. Esta situación les llevó ya incluso a replantearse no solo la celebración en Vigo de O Marisquiño en próximos años, sino que incluso insinuaron que podría no celebrarse en 2011.

Próximas ediciones

Respecto a esta amenaza, Isaura Abelairas asegura "no entenderla" e insiste en que el Concello "hizo lo pactado". Sobre la postura y el apoyo del Concello de cara a los próximos años, la edil de Cultura mantiene que "el Ayuntamiento está interesado en recuperar la política de fiestas que se venía haciendo hasta ahora y en hacer unas fiestas dignas, pero también austeras", matiza.