En el edificio de Citexvi todo está diseñado con un fin concreto. El inmueble del arquitecto Alfonso Penela tiene 6.700 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas y dispone de una parcela adicional para una futura ampliación. Está distribuido en 42 espacios modulables y polivalentes sin apenas despachos para facilitar el trabajo en equipo, y además su estructura es abierta para aprovechar la luz natural y favorecer la colaboración entre las firmas allí implantadas. La primera planta del inmueble es completamente diáfana y se puede atravesar con la mirada de una punta a otra gracias a sus divisiones mediante cristales.

La sede de la Cidade Texnolóxica de Vigo es además pionera en materia de seguridad, pues dispone de un hall abierto, pero controla el acceso al resto de las plantas mediante tarjetas electrónicas y sus ocupantes tienen restringida la entrada a cada zona en función de su responsabilidad, lo que generó pequeñas molestias durante las primeras semanas. "Lo hacemos por seguridad, pero también para lanzar a los empresarios el mensaje de que aquí su información y los proyectos que estén desarrollando de forma conjunta con nuestras firmas están seguros", argumentan sus responsables.

Todos los detalles están pensados al milímetro para dar facilidades a posibles alianzas empresariales y por ello el inmueble cuenta con un aparcamiento integrado en la planta baja reservado para las visitas, con el fin de que problemas de aparcamiento o un mal día de lluvia no enturbien el clima en el que van a desarrollarse en el interior las reuniones o el debate de nuevos proyectos.

Los módulos de 72 m2 en los que se configura el edificio están dotados de climatización individual y equipados con tomas de acceso de voz y datos a través de tecnologías avanzadas. Pero además las entidades disponen de salas de reuniones comunes que pueden reservar mediante una aplicación informática. Las firmas que han optado por integrarse en Citexvi pagan por los servicios del parque un precio superior al de un polígono empresarial, pero se benefician de una proximidad estratégica a los grupos de investigación de la Universidad con los que colaboran y de la presencia en un mismo espacio de empresas o instituciones con las que en muchos casos desarrollan actuaciones conjuntas.

En la propia redacción del proyecto constructivo se explicita el compromiso de Citexvi con el medio ambiente que se materializó en la instalación fotovoltaica de la cubierta del edificio y un sistema adicional de captación de energía geotérmica para la climatización con el que la entidad pretende ahorrar hasta un 30% en el consumo eléctrico.

La Cidade Tecnolóxica de Vigo (Citexvi) supone el mayor esfuerzo realizado hasta ahora en Galicia para fortalecer la relación entre la Universidad y las empresas e impulsar la transferencia de conocimientos y tecnología al sector privado. Arranca con dos años de retraso sobre la fecha prevista, pero con un notable éxito de participación. Tres entidades operan ya desde su sede en el campus vigués y otras seis están acondicionando sus locales para trasladarse en las próximas semanas. Estas nueve empresas e instituciones públicas ocupan el 85% del suelo del parque destinado a investigación y cuando completen su mudanza sumarán alrededor de 250 investigadores. La gerencia dispone de firmas en lista de espera interesadas en incorporarse al proyecto, aunque ha optado por dejar libre 400 m2 por si surge alguna iniciativa estratégica con motivo del lanzamiento oficial del centro esta semana.

Citexvi es una entidad constituida en 2006 por la Universidad de Vigo, el Consorcio de la Zona Franca y Novacaixagalicia, a la que se sumó posteriormente la Xunta de Galicia. La ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, y el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, inaugurarán mañana sus instalaciones, aunque el edificio ya acoge desde primavera a los equipos de EnergyLab, Gradiant, y Iqube.

"Aquí no interesan proyectos masivos de empleo, sino firmas de un marcado perfil tecnológico, con capacidad para innovar, potencial colaborativo y, como requisito indispensable, que mantengan relación con la Universidad", explica su gerente, Manuel Aranda, centrado estos días en supervisar los retoques al edificio diseñado por el arquitecto Alfonso Penela y cuya construcción y equipamiento técnico ha costado 12 millones de euros.

Más allá de una moderna infraestructura física, la Cidade Tecnolóxica de Vigo nace para convertirse en un polo de atracción de proyectos de I+D y su cometido final será impulsar la oferta científica y facilitar la comercialización de la investigación gestada en la Universidad de Vigo, orientándola hacia las necesidades reales de las empresas. Sus promotores la definen como "una plataforma de comunicación" entre el sector público y privado y a favorecer esa relación está volcado todo el proyecto.

El parque establece a las entidades una estancia mínima de tres años y un límite de seis para consolidar sus proyectos, pues una vez completado el desarrollo embrionario de los mismos dentro de Citexvi lo que se busca es que sean capaces de dar el salto al sector industrial y adquieran instalaciones propias aprovechando la participación de Zona Franca como socio.

La Cidade Tecnolóxica proporciona servicios tecnológicos avanzados. Se financia gracias al canon que abonan sus inquilinos en función del espacio que ocupan y a través de los ingresos que le genera la prestación de servicios externos como la búsqueda de socios o el acompañamiento a las empresas y la defensa de sus intereses ante otras instituciones. "Los liberamos del trabajo administrativo y de tareas como limpieza, mensajería o seguridad para que los equipos se centren en lo que mejor saben hacer, que es la investigación", explica Manuel Aranda, que comparte trabajo con una responsable de operaciones, María Jesús Estévez.

Citexvi está presidida por el rector de la Universidad de Vigo, Salustiano Mato, y solo acepta entidades viables técnica y económicamente y que contribuyan a su imagen como "polo de tecnología avanzada". Su objetivo es "funcionar como un acelerador de procesos y proyectos de I+D" proporcionando a las firmas que acoge toda la infraestructura necesaria para desarrollar su trabajo y las relaciones con otras instituciones y el sector privado de las que ya goza la Universidad de Vigo.

A las tres firmas ya implantadas se sumará la próxima semana el grupo vigués de Química Coloidal, que trasladará parte de sus instalaciones, y la segunda quincena de agosto llegarán desde Porriño los cuarenta trabajadores de la empresa Imatia, nacida de una spin off de la Universidad especializada en el desarrollo de sistemas de información de alta calidad. Queda pendiente la mudanza del Laboratorio Europeo de Referencia de Biotoxinas Marinas para septiembre, de una firma del sector TIC, otra de nanotecnología, y de diez empresas de base tecnológica (EBT´S) que la Universidad está seleccionando a través de un concurso.