El padre jesuita Pedro Armada Díez de Rivera, superior de la Compañía de Jesús en Gijón e hijo del exmilitar Alfonso Armada, será nombrado nuevo superior del Colegio Apóstol Santiago de Vigo a principios de septiembre. Ocupará el cargo en sustitución de su actual responsable, el padre Jaime Peñaranda, que, según explicó, será "destinado a Extremadura".

Biznieto y nieto de marqueses, Pedro Armada ingresó en la Compañía jesuita en 1965 y en 2006 se convirtió en superior de los jesuitas del centro educativo Natahoyo (Gibón), cargo que ocupa en la actualidad. A sus 62 años, coordina las tareas de varias obras en la ciudad asturiana: la parroquia de San Esteban del Mar, el Hogar de San José, el Centro Integral de Atención a la Familia o esa Fundación Revillagigedo que pusieron en marcha sus ancestros.

Nació el 25 de junio de 1948 en Madrid. Es el tercer hijo de los diez que tuvo el matrimonio del exgeneral Alfonso Armada y de Francisca de Paula Díez de Rivera Guillamas. Ingresó en la Compañía de Jesús en octubre de 1965, en Aranjuez, y realizó sus estudios de jesuita en esa localidad, en Alcalá de Henares y en Madrid. Estudió el primer ciclo de Teología en la Universidad de Comillas, en su sede madrileña de Cantoblanco, y posteriormente obtuvo la licenciatura en la Universidad Gregoriana de Roma, el principal centro católico de estudios teológicos. Se ordenó sacerdote en 1976 y comenzó a trabajar como cura obrero en Don Benito (Badajoz), en un taller de mecánica. En 1981 fue destinado de nuevo a Madrid, lo que le permitió seguir el juicio de su padre, acusado y condenado por conspiración y rebelión militar y participación directa en el 23-F. Pedro asistió a la vista pública y se sentó siempre en la zona de los periodistas. La declaración de su padre duró once horas, mientras que las restantes solían ser de media hora, y concluyó en ocho años de condena.

Su hijo Pedro, estudió minuciosamente el sumario del caso y asistió a todas y cada una de las sesiones del juicio que celebró el Tribunal Militar de Campamento (Madrid). Su veredicto dista del de los jueces del caso: su padre fue injustamente acusado y condenado por conspiración y rebelión militar y su participación directa en el 23-F no pudo ser demostrada mediante hechos probados.

Investigador

El otro gran dictamen que Pedro Armada pronunció en su momento fue acerca del asesinato del jesuita Ignacio Ellacuría, junto a otros seis compañeros de la orden y a Elba Ramos y su hija Celina, de 15 años. Sucedió en El Salvador, el 16 de noviembre de 1989, y él fue encargado por la Compañía de la investigación sobre aquella tragedia. Por aquel entonces estaba en Centroamérica, donde puso en marcha y dirigió una escuela de agricultura y ganadería, en Estelí (Nicaragua). Allí contrajo una enfermedad tropical, causada por un virus variante del Dengue. Aunque resistió al ataque viral, le quedan secuelas y volvió a España para recuperarse. Sin embargo, los efectos de la dolencia no le impiden desarrollar su actividad.