El barrio histórico de Vigo da un paso más en el camino de su recuperación y dinamización. El Colegio de Resgistradores firmó ayer un convenio con el Consorcio del Casco Vello para la adquisición de cuatro edificios en las calles Real y Alta por un importe de 3.360.000 euros con el objetivo de trasladar allí las cinco secciones del Registro de la Propiedad y el Mercantil, por el momento ubicados en unas instalaciones de alquiler en Luis Taboada. De esta forma, echa a andar un proyecto que se remonta a hace cuatro años, en la época del bipartito gallego, y que no ha estado exento de "inconvenientes y dificultades".

Con el cambio de junta directiva del colectivo y sobre todo debido a la coyuntura económica, la idea inicial ha sufrido modificaciones. Mientras que el preacuerdo de 2007 recogía la adquisición de los inmuebles de la calle Real, 27, 29, 31 y 33 e incorporó en 2008 un quinto edificio en Alta, 26 (contiguo), ahora se ha reformulado el proyecto, limitándose a cuatro propiedades (Real 29, 31 y 33 y Rúa Alta, 26). Así, de los 3.300 metros cuadrados previstos en un principio, las oficinas de los registradores se construirán en una superficie total de 2.760 m2.

El decano del Colegio, Alfonso Candau Pérez, anunció la vocación de permanencia de la sede en el nuevo emplazamiento –el convenio obliga a un mínimo de diez años–. Unos servicios que entrarán en funcionamiento en el Casco Vello dentro de un máximo de dos años, según las estimaciones del propio colectivo.

Tras la firma del acuerdo de colaboración con el Consorcio, ahora queda escriturar la compraventa y los arquitectos (de Irisarri y Piñera) deben adecuar el proyecto a las características actuales "para poder iniciar la ejecución de las obras de inmediato", expresó el presidente del Colegio de Registradores de la Propiedad.

Por su parte, la presidenta del Consorcio (participado en un 90% por la Xunta y en un 10% por el Concello) agradeció al colectivo su interés, paciencia y apuesta por ubicar y unificar los registros en el barrio histórico. "Tras superar varios problemas se consiguió reformular el plan con el objetivo de sacar adelante esta importante iniciativa, que supone un punto y aparte para el resurgir del casco histórico", valoró Lucía Molares.

La delegada anunció que con el importe de la venta de los cuatro edificios el organismo que preside continuará comprando inmuebles en la parte alta del barrio (zona de Abeleira Menéndez, Hortas y Ferrería) para conseguir "una rehabilitación integral". Pese a todo, precisó Molares, "la parte baja, la más cercana al mar, no va a quedar exenta de reforma". Por el momento, el Consorcio ya tiene en propiedad 44 edificios, de los cuales 15 están totalmente reformados. Trece locales comerciales están disponibles y 52 viviendas, habitadas.

"No pensamos revender"

Candau Pérez recalcó que el proyecto "se dimensionó adecuadamente" y consideró que la unificación y traslado de los registros de la Propiedad y el Mercantil al casco histórico tiene un doble beneficio: mejorar las instalaciones y el servicio a los ciudadanos y contribuir a la rehabilitación de la zona, "regenerando el tejido urbano". "Ojalá dentro de unos años vengan más servicios administrativos al Casco Vello. Nosotros no pensamos revender, sino quedarnos ahí para siempre", afirmó el presidente del Colegio de Registradores.